En realidad, en muchos lugares de la patria, lo que trunca nuestras aspiraciones como si fuera un flagelo, no es el sida ni el cáncer, la violencia, el terrorismo o las drogas.
Lo que limita el accionar del hombre y desconoce los principios de la humanidad es la ignorancia. He podido comprobar en distintos escenarios de la existencia, cuando deja oír su voz algún iluminado de la erudición y ante alguna mentira expresada por algún ciudadano, opina diciendo “lo que ha afirmado por su falta de credibilidad me parece que es un poema, sí eso es, nada más que poesía”. Como también aquel eminente cultor del conocimiento, cuando asevera ante algún hecho sin importancia del ser: “lo cierto son las actitudes que debe tomar la persona, pues lo demás es tan sólo puro verso”. Deja entrever que la inspiración poética no tiene valor, es una falsedad, es algo vacío, que está por gusto. Al ser personas públicas los que opinan de esta ridícula manera, la verdad que da pena y lastima. A tanto puede llegar la inconciencia del algún desubicado ser. Acepto que todo los que hacen poesía no están dotados de una sabiduría sin fronteras; pero una gran mayoría con sus inspiraciones se ha adelantado a su tiempo y han profetizado el devenir de los años y sus postulados se cumplen diariamente y hasta sirven de camino para lograr la prosperidad de los que habitan pasajeramente la tierra. Además son pocos los bendecidos y no son productos de la casualidad, ni del dinero, ni del oportunismo o del protagonismo. Son fiel reflejo del innatismo sin precedentes porque a través de la magia de la palabra, marcan hitos en la historia del mundo. No hay que olvidar que en la Grecia antigua, los aedas eran considerados como dioses. Pero después de más de 2000 años, algunos desheredados del saber y renegados de la vida, lo toman como oficio vano. Frente a tan aberrantes epítetos, sólo queda repetir las palabras bíblicas del Divino Maestro ¡Señor, perdónalos porque no saben lo que hacen! Me pregunto, qué dirá la juventud que escucha a tan connotados seres de sabia apariencia pero faltos de espíritu. Esos representantes de la nada, son los que hacen daño al Perú y por ellos estamos como estamos y seguiremos así, sino cambian de mentalidad y aplican la reingeniería en sí mismos.
Es increíble que en pleno siglo XXI todavía existan individuos inhumanos que hablan con los pies y brindan a los cuatro vientos definiciones incoherentes que de verdad dan ganas de llorar por tener que escuchar tremendas barbaridades que da la impresión que todavía hay quienes viven en las cavernas, pero se creen dueños de toda la sabiduría terrenal. Al enterarme de increíbles opiniones, así algunos se rasguen las vestiduras; sólo queda exclamar con voz en cuello. ¡Señor porque no te los recoges! para que descansen y no sigan dando cólera y vergüenza en la tierra. Pero como Dios es grande, le seguirá dando energía porque en este valle del Señor, tarde o temprano todo se paga. Seguro no han leído MASA de Cesar Vallejo Mendoza, nuestro poeta Universal o sin ir más lejos el poema Nº 70 de TRILCE del mismo autor. En ambos casos, su postulado se cumple y pasarán mil años y seguirá vigente su ofrenda porque encierra una filosofía que va más allá del entendimiento humano.
Emitir una crítica indignante, sin razón, es un monumento a la irracionalidad y lo pinta de cuerpo entero su incapacidad intelectual que muchos lo camuflan aparentando un verbo florido y sintiéndose un adalid del pensamiento humano, cuando solo son el fiel reflejo de su egoísmo que se nota a muchas leguas de distancia. Lo peor del ser humano no está en declarar la guerra, sino en restarle el sitial que gozan ciertas personas de talento natural y que por sus legados artísticos, estando en vida se han constituido en patrimonios culturales de la humanidad por sus aportes intelectuales con visión universal. Es que nunca fueron simples consumidores de todo lo existente, ni llegaron a su nivel de incompetencia. Es que aún hay quienes estando en vida, por su inercia mental; demostraron que ya había fallecido hace tiempo y por la que les espera el olvido y la condena sin final por su incapacidad para apreciar la belleza de la creatividad poética.
Es la más importante expresión de la creación humana. Es la cúspide del arte. Desarrolla todos sentidos del ser humano la acción de crear. Poesía es hablar con el corazón en la mano. La poesía es un desafío a la razón. Es el lenguaje de la creación. Se extiende más allá de lo vedado, de lo falso, más allá de la vida y de la mente, más allá del espacio y del tiempo, más allá de la razón y la fantasía, más allá del espíritu y de la materia.