Cuando en la vida todo es problema o se suceden unos tras otros, es que algo anda mal.
Puede ser que no se soluciona en toda su dimensión todos los inconvenientes que se presentan en el transcurso de la existencia y solamente se vive pensando en el día y no se tiene una visión clara del futuro que diariamente se avecina. A parte de ello hay especialistas en crear el caos, la crisis porque justamente de eso viven. Es que mientras unos gozan, otros sufren por ser ley de la existencia humana y que se origina por los desaciertos de quienes le sacan provecho o todo desfase conductual. Por eso es preciso que cada cual, si quiere a su patria; debe actuar con toda la sensatez del caso y ser ante todo una ventana de luz cuando abate el infortunio y dejar que todo solucione nuestras autoridades. Todo habitante es un peruano que tiene que luchar por el bienestar de su región conjuntamente con aquellos que fueron elegidos por la voluntad popular. En este sentido, nadie debe actuar con libre albedrío y hacer lo que más le parece, según sus conveniencias, sino con absoluto sentido común priorizando lo que el pueblo más necesita para su despegue hacia el bienestar general. Aparentemente parece sencillo, pero a la hora de realización hay muchos intereses personales y de grupo que no dejan que se actúe con libertad pensando en las grandes mayorías. Por eso cada cual debe ser una persona íntegra, emprendedora, visionaria, con ansias de cambio y apuntar a ganador para de esta manera se diseñe la ruta hacia la prosperidad pero no de un solo sector, o de un partido, sino de todos los que conforman las patria roja y blanca. En este caso, se puede tener abundantes riquezas explotables en el tiempo menos corto posible, pero si hay una mala administración que solo ve la suya, lo que debe ir a quien sufre de extrema pobreza, va directo al que solamente piensa en enriquecer más sus arcas y el abandono continua indeteniblemente al no haber una equidad que regule la ambición de unos pocos insaciables que ven el asunto como si fuese una mina de oro y es la última oportunidad que tienen de asegurar toda su existencia. Si se piensa que sólo el dinero perenniza a los seres en este corto paseo terrenal, es el más craso error de algunos que son buenos para nada. Las obras en bien de las grandes mayorías como producto del talento, son los que eternizan al hombre porque deja huellas inmarchitables sobre la faz de la tierra. Lo demás simplemente es pasajero que de la misma forma inesperada que llega, de igual manera se va cuando menos se piensa. Por eso se hace necesario que ya no existan los oportunistas, serviles, ingratos, testaferros, aquellos que toda su labor es maquillar la mentira para que pase por verdad. Los que están al mando del oscuro poder, que se sinceren con la realidad y saquen a flote todo su regionalismo y tomen su actividad como una tarea común y hacia mismos objetivos se superación y no solamente de acomodo en aras del aplauso fácil. Se requiere de una labor cristalina, a la vista de todos, de tal manera que la acción sea visible desde todo punto de vista y no genere dudas sobre todo en aquellos que han perdido la fe por haber depositado su confianza en los que sin ninguna explicación los defraudaron y sus sueños se vinieron abajo irremediablemente. Nunca es tarde para empezar de nuevo se repite hasta el cansancio y ojala que el próximo año, el sufrido ciudadano recupere su credibilidad y se genere nuevos horizonte de crecimiento y desarrollo y se fijen las rutas precisas