Cuando ya todo me duela
Sin que pueda dar un giro
Será DIOS quien me consuela
¡HASTA EL ÚLTIMO SUSPIRO!
De pronto se van mis años Y hasta pierdo agilidad Y no respeta mi edad Ni generosos peldaños. No resultan ser extraños Si se avanza con cautela Y al cumplir lo que se anhela No me quedaré sin piso, Y no será duro el aviso CUANDO YA TODO ME DUELA. II |
No me preocupa por eso La silente ancianidad Por mi generosidad Admitiré tal proceso. Actuaré con embeleso A encontrarme en retiro Y como a lo bueno admiro Aún tendré mi resplandor, Y acompañará el Señor ¡HASTA EL ÚLTIMO SUSPIRO! V |
Es una ley de la vida Tener cerca a la vejez Más si abunda solidez Mi etapa se consolida. Si no hay conciencia dormida Nadie dirá que deliro Por eso a veces me miro Sin exhalar un lamento, Y me llegará el momento SIN QUE PUEDA DAR UN GIRO. III |
No seré el que más reniega Ni el que se queja de todo Actuaré según mi modo Como feraz estratega. Será por siempre mi entrega De un aurora positiva Y por mi senda emotiva Con mi rima seguiré, Y si me arrepentiré DE ALGUNA ACCIÓN NEGATIVA. VI |
No siento ningún temor Alternar con ese estado Por eso nunca me enfado Ni me consume el terror. Más ni miro al gran señor Que por mi luz se desvela O el inerte que me cela Por variada mi vertiente, Y por asiduo creyente SERÁ DIOS QUIEN ME CONSUELA. |
Mi historia quedará escrita Con buen lujo de detalles Y habrá silencio en los valles Al ser mi ausencia infinita. Sin mi presencia fortuita Se acallarán mis candores y entre los frescos verdores habrá la fe cual un templo, Y serviría de ejemplo ¡PARA ENMENDAR LOS ERRORES! |