LA EDUCACIÓN DEL ESPÍRITU I

La formación del profesional de todo futuro baluarte de la patria, es posible, si se conjugan una serie  de condiciones que debe existir para que el joven  cristalice sus ideales.

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Depende principalmente del saber académico que se le brinde en la cual debe estar enmarcado dentro de una modernidad  visible a  la distancia, amplias aulas, laboratorios, salas de Cómputo, Internet, Bibliotecas, lugares de esparcimiento como áreas deportivas y todo tipo de  complementos que le  brinde facilidades en el estudio. Hay un  punto muy importante que el alumno debe motivar a cada instante para que todo llegue a buen puerto. No basta tener todo a la mano para aprender. Hay que crear en el alumno esa avidez por el estudio y esa es tarea de todos los educadores que estén a cargo de la enseñanza  superior universitaria.  Por eso la Universidad José Carlos Mariátegui, al contar en la alta Dirección con profesionales de vasta experiencia que dictan cursos específicamente de la carrera; como parte de la formación profesional, se vienen desarrollando las actividades integradoras como Danzas, Música, Locución Periodística, Deportes, Artes Plásticas, .Oratoria y Liderazgo y es dictada por reconocidos especialistas en la materia y que se encuentran en plena actividad. Si bien es cierto que el conocimiento cimenta y hace posible formar a un profesional de avanzada. Las Actividades Integradoras, alimentan  el espíritu incidiendo en cultivar la inteligencia emocional y lo predispone a   enfrentar los grandes escollos que significa concluir una carrera. Con sistemas y métodos basados en ciencias modernas y exactas, se le da la orientación precisa de tal manera que así se viva en épocas de crisis, el joven jamás debe claudicar por nada en el mundo porque el error o fracaso es el inicio del éxito. Se le inculca que no hay tantos caminos por recorrer, sino rutas de ambrosias por crear. Se le hace saber que se consolida la meta propuesta junto a  sus educadores, padres de familia, la sociedad, las autoridades y su invencible fuerza de voluntad. Si uno falla, todo se vuelve solamente en un castillo de ilusiones. Más la batalla no se gana a base de quimeras sino con hechos reales y esa fuerza que destruye montañas surge  del fuego interior del mismo ser cuando sabe a donde quiere llegar porque es consciente de la  energía de sus entrañas. En el camino hacia el éxito hay muchos peldaños por recorrer, abismos por salvar, pendientes que escalar, espejismos que vencer, vanos placeres que se deben  dejar de lado. Toda una serie de obstáculos que no son otra cosa que barreras que se encuentran en la existencia porque nada es fácil en la vida. Por eso se requiere de tesón, amor propio para no dejarse llevar por  los cantos de sirena y dejar trunco lo que puede ser la felicidad futura del ser. Por ser un proceso que va de lo humano a lo divino, se hace más fácil la ruta hacia la gloria si se unifican  esfuerzos y de manera solidaria, se le diseña un horizonte al posible ganador No sólo basta repetir lo de siempre, querer es poder, es más motivador ser lo que se anhela de acuerdo a sus innatas facultades. Más no llegar a la cumbre por el sendero más corto pero sin energías para seguir adelante porque cada día que amanece es un  nuevo reto que tiene asumir el profesional. Nada acaba de un  día para otro, al contrario, cada alborada nos depara nuevas experiencia para lo que hay que estar preparado porque la lucha es por toda la existencia. En este sentido, lo que inyecta fuerzas al estudiante son las Actividades Integradoras que tienen como objetivo darle calidad humana al ser que se profesionaliza. Más como todo conocimiento, mucho depende de quien lo recibe.  Si se toma como un paso obligado en la larga caminata por la cima, los frutos serán beneficiosos, pero si se le resta importancia, es como comprar un libro, no leerlo y hacer alarde de sabiduría.

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