EN POS DE ALBORES DE TRIUNFO

Hay personas que piensan que de todo lo que hacen nadie se da cuenta y por lo tanto siguen adelante con sus inconductas siempre ovacionados por los que venden su libertad por alguna dadiva que le cae del cielo.

 

lia-6

Hay algunos más avezados que cada cinco años cambian de camiseta y se lucen orgullosos por la calles de la ciudad como si algo bueno hubieran hecho. Es muy cierto que hay necesidades que son apremiantes, pero es recomendable que cada cual conserve su honor y no se arrastre por dinero. Es que a nada bueno conlleva, Una  sociedad de sumisos solamente conduce a la inercia mental. Una población de comodines, como todo le cae fácil, aumenta en cantidad pero no en creatividad. Un grupo social que motiva cúpulas cerradas, significa servilismo. Es que un solo cerebro piensa los demás hacen lo que dice el que está a la cabeza. Luego todo se encadena y  hasta se maneja la opinión de esa manera a través de los medios de comunicación masiva. Es que muchas veces la oferta convence hasta al más serio y honrado personaje público. Hasta eso se llega, por eso es peligroso cuando la lengua no tiene freno y el bolsillo del pantalón es  bien hondo. Hay especialistas en crear líderes de la noche a la mañana. Profetas casi divinos con una aureola de fantasía que el menor viento se apaga para siempre.  Inclusive, hay momentos que el asunto se vuelve algo circense No falta alguna afiebrado partidario que afirma, si  el abuelito fue un luchador social, el nieto también puede y debe ser. Mucho se tiene en cuenta la descendencia y sabe Dios si fue cierta tanta belleza. Hay quienes por simpatía, familiaridad, amistad, sobrevalora a la persona y trata de encumbrarlo a la categoría de salvador del Perú. Resucitan a todos los difuntos para avalar las acciones del presente cuando es bien sabido que toda repetición es una ofensa. Si no hay la firme ideología de superar etapas pasadas, la cosa no funciona y se va de mal a peor. Las figuras epónimas que están bajo tierra ejercen su influencia espiritual a los que están  en actividad, pero no siempre encuentran reciprocidad en los que están vivos porque ahora son otros tiempos y la modernidad exige  nuevos cánones resolutivos. Creer que todo es así,  es como pedirle bondad a Lucifer. Los milagros existen pero no se le puede pedir al que es más pecador que ninguno. Hay que pisar tierra y no llenar de gloria al que no lo merece. Dejemos que los muertos descansen de su sueño eterno y avoquémonos a la realidad sin amparase en los que ya gozan de mejor vida. No hay que dar paso a la inconciencia. No hay que pintar de colores a individuos que muchas veces no piensan ni ser gobierno, sino que otros lo ensalzan tanto que lo ponen a la altura de líderes cuando no tiene esa cualidad. Por eso no es correcto venderle fantasías al pueblo sino hablar con la verdad y de acuerdo a la realidad existente y pensando en lo que va a venir. Hay que desterrar por siempre esa costumbre nacional muy acendrada en algunos sectores de pensar sólo en uno mismo, con tal que se tenga para comer no importa que el otro se muera de hambre, que si no es del partido no debe a trabajar,  porque no ayudó en la campaña no se le debe considerar para nada; con tal que yo trabaje que me importa que el resto sea un eterno desocupado. Hay que compartir hasta las mismas tristezas con empatía. Todo es pasajero nada más, lo que hoy día tenemos, mañana puede ser de otro, entonces porque tanta ambición y avaricia a la vez cuando el tránsito por la tierra es corto. Acaso las huellas  se vuelven imperecederas a base del billete mal venido. Solamente las obras perennizan a la persona sobre la faz de la tierra y con desprendimiento, conocimiento y humildad se logra perennizarse en la historia que de una manera alarmante, cada vez está más escaso  de valores inmarchitables por la ausencia de justicia, solidaridad y virtudes

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *