Las indecisiones ante un problema crucial en la existencia humana, hace que se tome el camino equivocado.
En este sentido es preferible analizar las situaciones con la cabeza y la sangre bien fría, de tal manera que se opte por la mejor ruta y pueda depararnos en un corto tiempo, escenarios de bonanza y prosperidad duradera. Muchas veces las múltiples ocupaciones que tienen las personas permite que vivan estresados, nerviosos, desganados, con pesimismo. Al vivir en una situación así, no hay las ventanas posibles donde sea vea el horizonte con la claridad que se requiere para soñar e inventar. Por eso es muy necesario conocerse así mismo profundamente y previo examen de conciencia de los defectos y virtudes que se tiene, en base a ello elaborar la hoja de ruta y enrumbar en pos de una eterna trascendencia planetaria. Todos somos poseedores de aptitudes, habilidades, capacidades. Lo que falta en ciertos casos es descubrirlos y direccionarlos hacia el bien y empezar a realizar obras que propendan la felicidad del entorno. El tránsito a dejar huellas imperecederas en el tiempo no es tan fácil que digamos y la llave del éxito se encuentra a cada instante. Este sendero de gloria infinita hay que labrarlo diariamente con el cincel de la humildad, en el yunque del desarrollo personal y en la fragua del conocimiento. No se adquiere de la noche a la mañana, ni se compra en el mercado. No es tan fácil lograr la paz espiritual como el amor verdadero. Quien puede una albergar en su corazón un remanso y sosiego duradero cuando alberga en sus entrañas todo un abanico de violencia, odios, acusaciones falsas, envidia. De igual forma ocurre comúnmente que tanto el hombre como la mujer se enamoran y aman al que menos lo merece. A muchas personas lo ciega la pasión y ve flores donde hay espinas. Se debe querer solamente al que brinda un futuro promisorio, solvencia económica, comodidades, un hogar y mucho afecto, al que te depara todo un universo de felicidad. De besos y abrazos, promesas y quimeras no se vive. Sólo dándole tiempo al tiempo se conoce el sincero afecto y se diferencia de la fantasía y el ensueño. Todas las acciones en la vida ocurren de la misma manera. Hay que aprender a pensar para actuar de la mejor forma, activando la imaginación, la observación, la inteligencia, la memoria, los logros son impredecibles. Esta gama de recursos están al alcance de todos. Lo único que no hay que hacer es abarcar mucho sino se tiene los recursos necesarios para salir airosos en toda contienda. Es preferible hacer una sola cosa bien hecha que varias pero realizadas a la ligera lo que no augura calidad. Si bien es cierto que el hombre tiene propiedades ilimitadas para reinar en el mundo, esto no quiere decir que deba hacer de todo o sea un sabio que no tiene fronteras. Lo importante es acrecentar nuestra predisponibilidad para actuar en base a la sapiencia. De ninguna manera mostrar lo que no se es. La sinceridad es la puerta hacia el éxito cuando hay capacidad de hacer de la nada todo un valle de realezas y grandiosidades. Pero de ninguna manare aparentar sabiduría cuando simple y llanamente se es un mediano intelectual que va camino a su consagración el menor corto plazo porque tiene el afán de no ser uno más, sino de irradiar innovaciones para bien de toda la humanidad. Por eso cada persona es todo un conglomerado de proyectos que lo predispone a mirar el futuro pleno esperanzas, afrontar los retos que exige la modernidad, a vencer los escollos que no faltan en el corto paseo terrenal en la que se diferencia muy lo que es la vida de la muerte.