El ámbito nacional es un conjunto de necesidades en la cual el profesional o no, que tiene un trabajo estable por parte del estado, se siente seguro hasta cierto punto por su estabilidad laboral pero a la vez sus esperanzas son remotas en cuanto a mejoras económicas.
Por eso es que en sus ratos libres y en unión con la familia, se dedica a otras actividades generalmente a la venta de algún producto de consumo popular. Pero esta forma de existencia es un tanto peligrosa porque se está convirtiendo a esta tierra en un país de vendedores en la cual los compradores son cada vez menos por la gran cantidad de desocupados y por los bajos ingresos que cuenta una gran mayoría que no le permite mayores adquisiciones. Esta apremiante situación golpea enormemente en el campo del arte. Sucede que si se quiere hacer un espectáculo musical con artistas de afuera y que gozan de gran cartel, tiene que bajar sus costos y el empresario cobrar una entrada mínima para que asistan los espectadores porque de lo contrario resulta un fracaso el evento. Ahora si la cita cultural se realiza con artistas de la localidad. Así la entrada sea de alcance popular o inclusive gratis, solamente asisten los amigos de los participantes. Este es el motivo principal por la cual el artista de la localidad no avanza en el ambiente regional ni nacional y ni soñar más allá de nuestras fronteras. Por esta razón, los nuevos valores prefieren dedicarse a otras actividades que les asegure una vida cómoda que como ser humano tiene todo el derecho. Pero esta situación no puede seguir así. Es de prioridad buscar la fuente de trabajo para que todos tengan la oportunidad de ser útiles a la sociedad y cada cual en el hogar, en las Instituciones Educativas en todos sus niveles, se les inculque identidad, el amor a nuestras raíces. Solo así cada cual podrá valorar lo que posee la patria. Esto en realidad es motivo de un largo proceso en la tienen que intervenir todos los peruanos. Más para que se vean frutos a corto tiempo, las personas tienen que ser totalmente libres, humanizados, espiritualizados, sin traumas ni prejuicios, no buscar protagonismos, no querer ser gobierno por tener un lauro más en la vida, con amplio panorama de acción, sin intereses personales, desprendidos en su totalidad, con dignidad moral, pleno de convicciones, con ansias de servir sin esperar recompensas, tener una visión global de crecimiento y desarrollo y no dejar a ningún sector en el olvido. Si el arte, la cultura y las ciencias no caminan juntos con las sociedades, no progresan de una manera total. Siempre habrá un grupo que tiene todo tipo de ventajas y el otro camina abrazado a su orfandad porque siempre se atiende a unos más que a otros. Por el futuro nacional, es preciso meditar en las capacidades sus cualidades innatas y apoyarlo cuando trata de lograr trascendencia con su propio esfuerzo y méritos que se notan a muchas leguas de distancia para el común de las personas, pero a veces no las aprecian los que tienen las riendas de los destinos de los pueblos. No se pide que se les mantenga sin trabajar, sino darle las facilidades para que se proyecten hacia el futuro en base a su creatividad. El suelo rojo y blanco está poblado de seres visionarios, lo que faltan es que se destruyan las barreras que los atan de pies y manos y no puedan actuar pleno de confianza y esperanzas en un mañana mejor. Si se les corta las alas cuando quieren volar, sólo les queda andar por la tierra saboreando sus fracasos, porque ellos han nacido para surcar el espacio y llegar a las estrellas.