De Sudáfrica un consuelo
que en vida forjó una escuela
al partir en pos del cielo
gloria y luz Nelson Mandela.
Por cimentar la justicia
y el respeto soberano
el de horizonte inhumano
es que sin duda lo enjuicia.
Como si fuera primicia
por increíble recelo
sin valuar su desconsuelo
lo apresan sin hacer mal,
sí al ser luchador social
de Sudáfrica es consuelo.
II
Víctima de explotación
oprimido sin medida
más su don se dilapida
a punta de vejación.
Del pueblo, separación
que patriotismo revela
y su valor pronto vuela
con sensato fundamento,
liderando un pensamiento
que en vida forjó una escuela.
III
Por sus máximas consejas
fue juzgado sin piedad
pues pasó sin equidad
veintisiete años tras rejas.
Con sus heridas añejas
más cargando su desvelo
y en el alma un blanco velo
impone su grácil brío,
pero deja un gran vacío
al partir en pos del cielo.
IV
Sin creencias religiosas
o distinciones de razas
olvidándose de trazas
creó sendas primorosas.
Sus huellas maravillosas
en el orbe son estela
y del hombre que lo anhela
es el grado más fraterno,
que al viajar hacia el eterno
gloria y luz Nelson Mandela
V
Hizo gala de coraje
junto a honesto resplandor
de libertad defensor
en razón a su bagaje.
Iluminó su paraje
por ser guía verdadero
y sin mirar al rastrero
dio a su tierra albor solaz,
que por nobel de la paz
lo recuerda el mundo entero.
VI
Es ejemplo inmarchitable
por su fiel ideología
siendo de fuerza bravía
deja ruta inolvidable.
Su labor incomparable
será en siglos recordada
y en el tiempo valorada
que en la historia marca un hito,
al marcharse al infinito
dicha siempre camarada.
