En la actualidad, vasta ingresar a Internet para tener a la mano un sinnúmero de conocimientos y acrecentar el acerbo cultural.

Hay de todo tipo, especialidades y hasta ideas para descubrir las capacidades humanas de cada ser. Por supuesto, como nada es perfecto; también hay la oportunidad de enfermarse la mente con visiones y lecturas vedadas que no tienen nada que ver con la realización personal. Es muy elogiable estar en pleno contacto con las buenas nuevas para estar actualizados y poder marchar al compás de la modernidad. Eso si, hay que tener muy bien en  cuenta, que ideologías, pensamientos o producciones de intelectuales peruanos que hayan descollado a nivel mundial por aperturar nuevos rumbos de grandeza a la humanidad, poco  o nada existe. Por esta razón, de manera muy personal, opinamos que nuestra patria es un terruño pluricultural, multilingüe y multiétnico en sus tres regiones naturales. Cada departamento es una realidad distinta. Entonces utilizar moldes cognoscitivos de otras latitudes al pie de la letra, muchas veces cae fuera de foco. Por lo que la labor del que imparte enseñanza en base a investigaciones, debe ser sumamente imparcial, minucioso, cuidadoso y no repetir como una grabadora, ideales ajenos a nuestro realidad y creer que es un innovador porque dicta postulados de otras playas. Hay que tener mucho cuidado. La ofrenda de sabiduría está en analizar las nuevas corrientes que hay en el mundo acerca del desarrollo de los pueblos, de sus gentes, la formación profesional, el futuro en base a las ciencias y el arte y adaptarlo a nuestra idiosincrasia y de ahí impartir una enseñanza original.  De lo contrario  solo se está brindando  ideas vacías y lo único que se está haciendo es alienar el pensamiento de los ávidos del saber, que no requieren de lemas, figuras o imágenes extranjerizantes, sino de una educación netamente genuina y nacional según nuestras necesidades y de acuerdo a nuestra realidad. Es que lo que para el europeo es beneficioso, para los peruanos puede ser perjudicial. Pocos son los  conocimientos en el mundo que aplicarlo sin ninguna variación, son beneficiosos para todos los habitantes del planeta, hay diferencias de razas, credos, idiomas, desarrollo tecnológico. Por lo tanto, los que  se creen adalides de las tecnologías de punta, tienen que pensar más de dos veces para dictar sus innovaciones en pos de un mejor  aprendizaje. No vaya a ser que lo único que están haciendo es buscar protagonismo y hacer creer, porque todo lo cogen de Internet son unos educadores superados o de otra galaxia. No hay mejor mecanismo instructivo que nuestro ordenador  biológico que es el cerebro. Por eso lo que hay que adiestrar es la mente para que sea capaz de recibir los conocimientos puros,  procesarlos y crear más conocimientos. Ser creativo, es una cualidad personal que no se logra en Harvard, se consigue en base a disciplina. Tener inspiración para resolver la problemática local, regional o nacional es un don que nace con uno y se acrecienta en la vida práctica. Por eso no es ninguna solución, admirar el saber luminoso de personas que ni siquiera conocemos. ¿Por qué no se trata de ser inventivo, transformador y tratar que nos admiren a nosotros por nuestras capacidades? ¿Acaso no podemos tener talento? ¿Acaso estamos condenados a recibir todo de afuera y no dar nada de nosotros? La intelectualidad no es producto de los países más desarrollados. Existe hasta en el rincón más alejado de la tierra, lo que falta es motivar nuestra creatividad con el estudio, en contacto con la naturaleza, ser observador y querer ser diferente dentro de una  exigente humildad, tener fe en un ser divino y nacerá el nuevo hombre capaz de amar  con todas las fuerzas del alma, la revolución de la conciencia para bien de toda la humanidad.