Emprender a paso ligero por la ruta que nos llevará al umbral del máximo conocimiento, es la única ventana que debe tener delante todo aquel que trata de convertirse en un baluarte del desarrollo de la patria.
Salir a toda velocidad del partidor resulta para muchos fácil pero conforme avanza en la carrera se torna un tanto difícil llegar a la meta y romper la cinta con el pecho en señal de triunfo. En el trayecto a la cima del éxito se presentan una serie de problemas que perturban y tardan la consumación de todo un sueño. Pero cuando hay sinceridad en el corazón y fuerza espiritual en las entrañas, el recorrido se hace más ameno y sumamente alentador. Si en la persona hay esa energía indesmayable de no ser uno más en esta corta existencia y visualiza los frutos que pueda obtener, el logro no se deja esperar. Una vez realizado el esfuerzo y obtenido lo que se quería, no quiere decir que ya es lo máximo y que tiene el mundo a sus pies. Es muy importante saberse mantener en ese estado y para ello es necesario demostrar humildad en todo momento y seguirse actualizando porque de lo contrario se queda desfasado en su tiempo. Ahora, no todo queda ahí. Esta sabiduría tiene que proyectarse a la comunidad en la solución de sus problemas. Como se podrá apreciar, no basta solamente ser un dotado de sapiencia sino con lo que se sabe ser la solución a las necesidades de las grandes mayorías. Si la persona se cree muy sabihondo y desde su sillón de oro empieza a irradiar su saber por doquier y cree que con eso cambiará al mundo, está equivocado. Lo que se sabe hay que difundirlo en vivo en directo, esto quiere decir que hay que estar donde la vida no es vida por la hiel ajena, el descanso es muerte porque la mesa estará vacía eternamente, la palabra es un dardo envenenado en la boca del farsante y el dinero es una brasa en la mano del injusto. Tiene que caminar en medio del silbido de las balas, por terrenos minados por el enemigo, recibir el halo negativo del contrincante, pero a pesar de todo, seguir con la frente en alto porque el que tiene la conciencia limpia no tiene por qué temer. Este quiere decir que, no se puede estar en el umbral de la gloria como trabajador de la salud, hablar de paternidad responsable y se tiene hijos fuera del matrimonio por reconocer. Ocurre que de la boca para afuera se habla maravillas pero por dentro se oculta todo un diabólico ser que aflora de vez en cuando en su verdadera dimensión. En la vida hay personas malas, buenas, hay quienes fingen bondad pero son el diablo por dentro, hay de todo. ¿Quién no sabe como actúa? Hasta un niño lo sabe. Pero por qué se delinque cuando se está cargado de honores. Porque educación no es sinónimo de honestidad. Se puede ser un hombre que hace historia en el mundo por sus ideas, pero esa careta de excelsitud oculta un ser enfermo de figuración, ambición y dominio usando malas artes. Por eso no hay que dejarse impresionar por las personas que son una biblioteca ambulante. De repente bajo esa envoltura de suficiencia existe toda una fuente de maldad en la cual tienen acceso solamente los de su entorno. La tierra es increíble. Así como van las cosas, cada vez es más difícil subsistir y no por la desocupación sino que los mismos hermanos de sangre son los más crueles enemigos del que humanamente busca un sitial en este universo tan competitivo y desigual. Por eso ya no es tan peligrosa ni la guerra química siquiera, hay quienes sin más armas que su indiferencia, van minando la resistencia de las personas y les van dando una muerte a pausas mientras se ríen sarcásticamente del dolor ajeno. Es que al nacer sin corazón son más peligrosos que la peor enfermedad y lo más grave; no tienen cura.