No se puede pedir excelencia educativa si quien la imparte sufre de limitaciones cognitivas que se notan a más de una legua. Solamente se enseña con el ejemplo; lo demás, son frases que carecen de todo peso intelectual.
Cuando el que está frente al alumno, no lo está simplemente llevado por una frustración profesional, interés económico, o pago por favores políticos y servilismo a cambio del silencio premeditado; recién se puede afirmar, que estamos frente a un nuevo educador. El que lo es de vocación y con proyección social en bases a innovaciones; solo tiene derecho a forjar al hombre del mañana. En esta vidriera de intelectuales no se puede dejar de lado el talento natural; que no es doctor en alguna especialidad pero posee una vena artística que pocas veces se logra en un claustro superior porque existe libre como el viento. Hay habilidades que nacen con la persona y solamente pueden ser moldeados y mejorados por quien da muestra de capacidad creadora a través del arte integral. Por eso, debe ser enseñado por un artista y la formación profesional en carreras afines a las necesidades patrias; debe ser dictadas solamente por auténticos MAESTROS en la cual sus virtudes estén exentas de sobrevaloración por el círculo cerrado que a veces lo acoge a la cual le debe sus lauros de gloria. Solo con libertad de conducta, de enseñanza y de amautas conscientes de su rol histórico para con la sociedad, se formará el nuevo hombre que la patria necesita para trascender eternamente. Ya las grandes mayorías de peruanos están cansados de profesionales que solamente egresan para someterse de cuerpo y alma al poder de turno, acomodarse a la situación del momento y crecer económicamente a la sombra de quien lo maneja como un títere; olvidándose que el estado lo educó para que origine rutas de bienestar a sus semejantes y el servir sea su misión sobre la faz de la tierra., para servir al prójimo con la frente en alto y no de rodillas ante quien usa el mando para su interés personal por carecer de conciencia e identidad nacional ya que su única real bandera es el dinero y la cantaleta de “apoyar al que más necesita” es una mentira más grande que los problemas nacionales