El año 2013 avanza rudamente y el Perú sigue siendo el escenario de los más increíbles sucesos en el ambiente político, económico y social.
Por una parte, los adeptos al partido gobernante defienden a capa y espada la política puesta en marcha; mientras que sus detractores echan por tierra dichos postulados. Cada día que amanece se desarrolla en todo el Perú la gran comedia nacional en la cual la trama principal es el goce total de una minoría y el sufrimiento de una mayoría que lucha contra viento y marea por subsistir a duras penas. En este drama sin final, se nota a más de una legua, los que tienen menos talento saborean diariamente de las más ricas mieles que le da la vida y los que forjan su camino a costa de estudios y aplicando sus cualidades innatas pasan desapercibidos para los que tienen en manos las riendas del futuro rojo y blanco. Los que tienen el don de mando se deshacen en promesas muchas llenas de fantasías y sueños imposibles y por otra parte reciben la total desaprobación de sus contrarios que ven mucho de mentiras en los compromisos de desarrollo sostenido por no ser sólidas las propuestas expuestas. Para una gran cantidad de peruanos, las medidas que se toma para encontrar el verdadero rumbo que le corresponde a la patria para ser un terruño realizado, no son las adecuadas, otros defienden con alma corazón y vida sus sabias decisiones por ser de proféticos alcances. Todo tiene las características de un disputado partido de fútbol en la que prima el ataque y defensa mientras el público está que pide a gritos que se haga el gol, tornándose el encuentro sumamente aburrido. Así están las cosas. Es de esperar que nuestros padres de la patria se pongan a trabajar haciendo uso de todas sus facultades en plenitud para hallar la fórmula reconfortante de tal manera que se calme en algo el hambre, la desocupación, la pobreza y todos los peruanos tengan la oportunidad de realizarse en su propia tierra. De no ser así; cada cual debe ser muy consciente y aceptar que han llegado al límite de su incompetencia y ya no dan más, por lo tanto deben ceder la posta a quienes si tienen creatividad como para sacar a la patria del estado en que se encuentra. Consideramos que seguir en la pelea sin argumentos convincentes es ganar dinero sin hacer nada y todo lo que mal viene es un delito que debe ser valuado conscientemente por cada uno y estamos seguro que la patria entera se los va a agradecer. Es que hacer de la política un medio de vida teniendo la imagen desgastada, creyéndose ser líderes e insistir tercamente en lo que nunca dará fruto, es una conducta que no tiene razón de ser y la historia y las generaciones venideras los juzgará con todo el peso del olvido.