Solamente con la creatividad en su máxima expresión las personas podrán trascender en el tiempo y el espacio dejando huellas imperecederas para la posteridad.
Para ello es necesario espiritualizar la existencia a cada instante de nuestras vidas en base a las buenas acciones sin mirar a quien. En el camino de la vida se presentan una serie de peripecias e inconvenientes que retrasan los planes, compromisos y metas trazadas; en esos momentos es que hay que utilizar la inspiración cristalina que solamente habita en los hombres de firmes convicciones y horizonte ilimitado y por encima de todas las cosas, tratar de cumplir con la divina misión de servir a los demás sin esperar recompensa. Por esta razón; es preciso que cada persona analice profundamente su rol sobre la tierra y encamine sus acciones hacia derroteros de ventura y prosperidad antes que dedicarse a fomentar la violencia en aras de demostrar que tiene poder y puede hacer lo que le venga en gana. Los alardes de prepotencia solamente llevan a la derrota más oscura increíble. Por lo que no es posible que el propio hombre diseñe la tumba su fracaso. Es menester de cada uno, abrir rutas de bonanzas en aras de lograr esplendor y vivir feliz aprovechando de todas las bondades que nos da la vida. Pero nada es gratis. Todo se gana con sacrificio y solamente lo que nos cuesta es lo que más satisfacciones nos da. Por lo tanto no esperemos que las cosas nos caigan del cielo o de la casualidad. Cada uno tiene que labrar su futuro por medio del conocimiento y actuando siempre con humildad, justicia y pensando y creyendo en un ser superior. De lo contrario se puede lograr los más altos escaños de la escalera del triunfo, pero todo será vano y pasajero. En realidad, tener una vida así es como si nunca se hubiera vivido sobre la faz de la tierra. Hay que aprender a vivir para no morir jamás y esta debe ser la meta y sueño de todos nosotros, pero para ello hay que vivir compartiendo hasta lo poco que se tiene. Quien no siembra, no puede esperar cosecha. Todo se lo lleva el viento. Sobre este punto debe meditar todo líder que quiere perennizar su aporte para con la sociedad. Lo demás es fantasía o exceso de poder que nubla la razón y lleva a la humanidad al sepulcro de las tinieblas