Toda persona es un cúmulo de potencialidades de infinita calidad que si las orienta lo predispone a los más grandes logros de realización humana.
Las estrategias para lograr la consagración y dejar huellas imperecederas sobre la faz de la tierra, están al alcance de todos aquellos que quieren trascender en el tiempo y el espacio. Inclusive los pasos para llevar una vida llena de ventura y propender alcanzar los más altos umbrales de la existencia, existen en la sagrada Biblia. Más a través de toda la historia de la humanidad, eminentes pensadores han dejado oír sus voces esbozando fórmulas conocidas y secretas que conllevan al sitial de la excelencia. Muchos por medio de sus publicaciones de lujo se han convertido en millonarios con sus conferencias y libros que han editado y se han agotado con rapidez sin conseguir el fruto deseado y que proponen con impetuosidad. Es que el mundo vive tan huérfano de cariño, que aún cree en las palabras extranjeras, que expresan sus pensamientos en pos de cambiar las inconductas. En el planeta, todos tienen la misma estructura física; lo que sucede es que en el Perú somos una sociedad pluricultural y los comportamientos son disímiles y complejos. Por esta razón; en una opinión muy particular; las técnicas de desarrollo personal debedeben ser de acuerdo a nuestra idiosincrasia. Se vive en una sociedad muy materialista que sólo piensa en dinero; tanto el que estudia como el que no lo hace. Hay traumas muy acendrados que en nuestras entrañas superviven de generación en generación y que fácilmente no se extirpan de raíz de la noche a la mañana. El buscar la vida fácil, envidiar a todo el entorno, aparentar ser un sabio y que todo lo hace y aplastar al vecino; es una tónica nacional. Por eso, es menester de cada ser humano ser consciente de su rol sobre la faz de la tierra y conocerse así mismo de manera independiente, dejando de lado enfermizos egoísmos, con libertad, sin fanatismo y con imparcialidad. Descubrir errores y virtudes y sobre esa base edificar una nueva y original personalidad. Los conocimientos que faltan al acervo cultural propio, adquirirlos en forma progresiva y con responsabilidad en aras del cambio total y que ocurra lo más importante: morir en defectos y renacer en bondades. Jamás hay que dar la impresión que sólo se tiene pasado y se mira con incertidumbre el futuro porque no se tiene presente. Que la pobreza, el abandono moral, la indiferencia, la desocupación y el infortunio sirvan de puntos de partida para descubrir nuevas formas de vida y horizontes de felicidad. Cada fracaso debe hacer más fuerte al hombre en el combate de la vida. Nada lo que le ocurre a los humanos es por gusto, todo deja una enseñanza. Por eso hay que ser muy observadores de todo lo que sucede. Muchas veces la solución a nuestros problemas está en nosotros mismos y por vivir solamente pensando en el dinero y poder se olvidan que son capaces de construir su futuro sobre los escombros de las derrotas. Cuando llegue este momento, todos van a querer a la vida porque será el fruto de una íntima lucha por lograr la dicha personal y de los demás. Para ello es preferible hacer caso solamente a los que enseñan con el ejemplo y no a los vendedores de ilusiones. Aquellos que muestran una sapiencia maravillosa de calidad humana pero de lo que dicen ni siquiera la mitad la cumplen y en el peor de los casos; es muy fácil, irónico y cómodo, querer ser un gurú del tema y hablar proféticamente embriagado por la fragancia de miles de soles en los bolsillos sin poner en práctica el mensaje tan manoseado que solamente lo sienten de la boca para afuera.