Cuando el cuerpo se marchita
Acosado por los males
Ni todo el oro a raudales
Mantiene gloria infinita.
El deceso es que limita
Y hasta se viene de canto
No se le escapa ni el santo
Entre tantos pecadores,
Y va la tumba entre  flores
UNA EXISTENCIA DE ENCANTO.

                      II

Todo un tiempo sólo tiene
De alguna estrella fugaz
Y después viene la paz
Que ingrato olvido retiene.
Sin saber donde proviene
La parca tiende su manto
Y naciendo el desencanto
Termina el vivir fraterno,
Y depara  el sueño eterno
UN SILENTE CAMPOSANTO.

                   IV

Si ya está cerca el ocaso
Se da cuenta hasta el más fuerte
Que de la vida a la muerte
Solamente existe un paso.
Especial es cada caso
Así tenga buen caudal
Si el problema es terminal
El remanso se le acaba,
Y la fosa se le cava
EN ESPACIO DESIGUAL.

No recobra la salud
Ni un instante la riqueza
Nada vale la grandeza
Si está cerca la quietud.
Ni el que tiene juventud
Está ajeno a lo fatal
No es el físico inmortal
En el orbe planetario,
que un   sepulcro solitario
¡MARCA EL LÍMITE FINAL!