Te adoro mujer querida
como nunca a nadie amé
y siempre te esperaré
porque alimentas mi vida.
Eres mi luna encendida
Por tu vasta sutileza
Y no existe más riqueza
Que el momento de encontrarte,
Y nunca podré olvidarte
AL SER GRÁCIL TU BELLEZA.

                    II

Si me aceptas amor mío
Sólo queda agradecerte
Que si no lograse verte
Es como sufrir de estío.
Por eso bella confío
En tu divina entereza
Y en honor a tu realeza
No me niegues tu cariz,
Que me harías muy feliz
POR SE FUENTE DE GRANDEZA.

                         IV

Tu sólo ocupas mi mente
En razón a mi cariño
Y te busco como un niño
Y abrazarte dulcemente.
Por eso al estar ausente
Te extraña mi corazón
Y es tan grande mi emoción
Que la entraña se me parte,
Y con sólo recordarte
DESPIERTAS MI INSPIRACIÓN.

Eres luz de mi existencia
Y de mis penas, consuelo
Que por ti voy que desvelo
Por tu mágica presencia.
Me da energía tu esencia
Y una extensa sensación
Es que no eres mi ilusión
Que logra desesperarme,
Y así no quieras amarme
¡SE HACE ETERNA MI PASIÓN!