En mi páramo desierto
eres oasis de frescura
te he soñado muy despierto
adorando tu hermosura.
Tantos años he vivido
con las mismas sensaciones
que al sentir tus emociones
presiento que he renacido.
Todo más me ha parecido
melodía de un concierto
es que tu aroma de huerto
le da flama a mi candil,
eres escarcha de abril
en mi páramo desierto.
II
Siendo dama diferente
a las que amé con el alma
tu presencia me da calma
y se ilumina mi mente.
Cuando te acercas sonriente
se va a tierra mi cordura
tan delineada figura
me da ardiente calidez,
en mi crónica aridez
eres oasis de frescura.
III
Ni el contraste de mi edad
empaña tu lozanía
en tu senda de valía
te doy la felicidad.
Es que tu preciosidad
por tu corazón abierto
alumbras mi rumbo incierto
y le das orbe fragante,
al sentirte palpitante
te he soñafo muy despierto.
IV
Quisiera vivir cautivo
en tu entraña más oculta
te aseguro que resulta
ser un plácido motivo.
Con previo arrullo emotivo
Seas mía preciosura
y al compartir la ternura
mutuo afecto sea viable,
para seguir incansable
adorando tu hermosura.
V
Yo no quiero manejarte
así como eres ¡Te quiero!
más diario me desespero
por el momento de amarte.
Tan sólo quiero llevarte
al altar del goce fiel
y hacer mío tu vergel
en más de un mágico instante,
con mi pasión desbordante
besar tus labios de miel.