Por el sabor agradable
De mi plato preferido
Mi espíritu da un silbido
Y me convierto insaciable.
No hay nada más apreciable
Por lo bueno doy mi voto
Y hasta las manos me froto
Si me dan lo que me gusta,
Y como  nada me asusta
A LA TRISTEZA DERROTO.

Con una copa de vino
Se embriagan mis sentimientos
Y se alejan desalientos
Porque el licor es divino.
Contra el sol jamás camino
Busco la paz en lo ignoto
De servir soy muy devoto
Con mis sentidos disfruto,
Y si me aman un minuto
ANTE EL ÉXTASIS EXPLOTO.

                        IV

Siento un profundo alborozo
Si los paisajes admiro
Y Hasta el aire que respiro
Me produce intenso gozo.
Si a la mujer su piel rozo
De tal deleite no acabo
Y en sus dulzores me entrabo
Pues al amor tanto aprecio,
Y con el haz del desprecio
AL SUFRIR NI ESPINA CLAVO.

Le pongo ritmo a mi suerte
Más estrellas a la noche
De vigor hago derroche
Sin el temor a la muerte.
El día que no despierte
Por ser luz al fin al cabo
Junto al morir que no alabo
Me volveré polvo errante,
Y placer habrá al  instante
¡QUE EL DELEITE ME HACE ESCLAVO!