Dar la muerte es inaudito
Así yerre sin piedad
Al engendrar el delito
¡NUESTRA MISMA SOCIEDAD!
¿No son las autoridades
Con el pueblo solidario
De brindarle al vecindario
Todo un mundo de bondades?
Antes las adversidades
Nunca falta algún maldito
Que arrincona con un grito
Al que tiene proyección,
Y es por eso en mi opinión
DAR LA MUERTE ES INAUDITO.
II
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De triunfar en realidad
El mismo hombre es quien le niega
A su egoísmo se entrega
Y niega oportunidad.
Es por eso en la orfandad
Y en abandono fortuito
Destruye su propio mito
Con su moral inservible,
Y siempre hay grupo insensible
AL ENGENDRAR EL DELITO.
IV
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Nadie nace en este mundo
Con un oscuro destino
Con carácter de asesino
O ser un guiñapo inmundo.
En el ser hay don fecundo
¿Pero quién brinda igualdad?
Al haber necesidad
¿Quién del ser se compadece?,
Que una tumba no merece
ASÍ YERRE SIN PIEDAD.
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Con la condena más fría
Se castiga a quien delinque
Más quien motiva el atrinque
Se le rinde pleitesía.
Por eso es que hay ruta impía
Donde impera la maldad
Al no existir equidad
Hay quien pierde la razón,
Y origina indigna acción
¡NUESTRA MISMA SOCIEDAD!
|
V
Si no hay un cambio global
Aunque cieguen la existencia
No logrará tal sentencia
Erradicar todo mal.
Que se estudie en general
Y se analice conciente
Con el alma, cuerpo y mente
Sin el afán lapidario,
Que el total de su prontuario
¡NO ES CULPABLE EL DELINCUENTE!
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