Desde que tengo razón
Requieren gran importancia
nacen, mueren en la instancia
Entre dicha y desazón.
Me causa doble impresión
El humano en su partida
La vital fuerza perdida
Y que nunca más veré,
Por eso siempre opiné
LA MUERTE  CIEGA LA VIDA.

                        II

El que yace en ataúd
Se descarna indetenible
Es una ley infalible
No sólo en la senectud.
A niñez y juventud
La guadaña más temida
Apura la despedida
Truncando un ciclo precioso,
y espera hasta el poderoso
¡ESA FAZ DESCONOCIDA!

                       IV

De las dichas y bondades
Que en este mundo disfruto
No existen en absoluto
En otras inmensidades.
Son distintas realidades
Frente al gozo espiritual
Es renacer divinal
En el reino del SEÑOR,
Pero el último estertor
ES UN TRÁGICO FINAL.

El más allá da sorpresa
Seguro hay pisco al momento
Debe haber buen alimento
Cómo es que nadie regresa.
Le apuesto al que le pesa
Hay su “PEÑA” bien legal
Fútbol, toros, por igual
Pachamanca y vino tinto,
Y ese hermético recinto
¡ES UN CÓSMICO IDEAL!