Que ley era tu presencia
eso nunca fui entendiendo
hoy que vivo tu experiencia
recién padre te comprendo.
Oscar Avilés Arcos y Ramón Avilés
Cuando padre te recuerdo
en mis épocas de niño
valoro tu gran cariño
y lo mucho que eras cuerdo.
Por todo a diario me acuerdo
de tu amorosa paciencia
más por estricta tu ciencia
casi poco te adoré,
pues razón no le encontré
que ley era tu presencia.
II
A tu férrea disciplina
al respeto y la obediencia
para mí fue cruel sentencia
muy propio del que domina.
Tu cólera repentina
cuando no te estaba oyendo
hasta me iba confundiendo
cual, si fuera vil presión,
las llamadas de atención
eso nunca fui entendiendo.
III
A portarme como gente
a pensar en el futuro
con un trato siempre duro
se fue formando en mi mente
Pero a veces inconsciente
pensaba sufrir violencia
y hoy ya pleno de conciencia
mi ignorancia la condeno,
valoro que eras muy bueno
hoy que vivo tu experiencia.
IV
Como el tiempo todo admite
al ser padre de verdad
a Dios le pido bondad
y’ que no me extralimite.
Es que soy el que repite
tu orden que no fui cumpliendo
pues me la paso exigiendo
lo que no quise escucharte,
que hoy me atrevo a confesarte
recién padre te comprendo.
V
Después de lo que he vivido
al ser corta la existencia
es mejor lucir esencia
que existir arrepentido.
Mejor es de amor un nido
se le forje en cada humano
y con el afecto de hermano
el padre tenga un sitial,
liderando por igual
por ser guía soberano.