La natura vive en mi
Con su encanto natural
Y me da fuerza vital
Que jamás la conocí.
Mi rumbo se torna sí
Y no guardo ni un reproche
Y al  no ser ningún fantoche
Mi sentimiento es fecundo,
Y me separo del mundo
CUANDO ME LLEGA LA NOCHE.

II

En el orbe hay tanta pena
Que mi entraña se congoja
Y mi tiempo se deshoja
Al mirar que nadie frena.
No hay indicios de condena
Siempre existe la excepción
Y ante la horrible presión
Se hace fértil mi conciencia,
Y al entender la existencia
¡SE ME ABLANDA EL CORAZÓN!

V

Me traslado de inmediato
A secretas dimensiones
Y me surgen creaciones
En horizonte sensato.
Con mi poder tan innato
De afinada inspiración
Se agiganta mi visión
Dando brillo a mi cariz,
Y descubro mi raíz
AL HACER MEDITACIÓN.

III

Al  no haber valoración
de las virtudes humanas
resultan  ideas vanas
Lograr la consagración.
Por la cruel desatención
Mi rumbo se hace disperso
Y al sentir al cruel reverso
Denigro la insensatez,
Y al notar mi pequeñez
QUIERO MÁS AL UNIVERSO.

VI

Al saber del alma afín
Me da la capacidad
De intuir la fiel bondad
En el lejano confín.
Sé muy bien cuál es mi fin
Pero no me voy en coche
Ni a lo malo pongo broche
Más bien ando construyendo,
Y a la vida más comprendo
SI DE PAZ HAGO DERROCHE.

Impera la incertidumbre
Pero no me agobia tanto
Es que no alojo el quebranto
En mi sendero a la cumbre.
Inapagable es mi lumbre
Que sepulta el cruel dolor
Y es que irradio pundonor
En el logro de un anhelo,
Pues con los ojos del cielo
¡MIRO AL MUNDO CON AMOR!