Por consagrado al Señor
Y continuar su cruzada
Siempre marcho en la avanzada
Alejado del temor.
A nada tengo terror
Ni siquiera en la pendiente
Y voy con  ritmo ascendente
En razón a mi talento,
Y voy libre como el viento
AL NO HERIRME EL INDECENTE.

II

Ante un  acto de injusticia
Sino reclamo lo ignoro
Y conservo mi decoro
Muy lejos de la inmundicia.
Ante la cruel impericia
Me encomiendo al ser total
Y  su  aureola celestial
Me libra del desatino,
Y  no hay bruma en mi camino
¡POR MI FUERZA ESPIRITUAL!

V

Por la santa bendición
Y la creencia en los santos
No me chocan  los espantos
Ni el amago de traición.
La ingratitud del felón
Lo tomo  como normal
Es su conducta letal
Y a su inconducta lo asigno,
que no me daña el indigno
NI EL CRUEL FILO DEL PUÑAL.

III

Soy invisible al avaro
Y a la hiel del prepotente
Y al  no aceptar al que miente
 En su bajeza reparo.
Ante horrible desamparo
Aliento su resplandor
Y en aras del esplendor
Pido fuerza al infinito,
que del ataque fortuito
ME LIBERA EL REDENTOR.

VI

Por respeto al superior
Su protección me delega
Y la ambicia no me ciega
Ni genero un resquemor.
De mi fuente de esplendor
Comparto continuamente
Y regalo un  continente
Al de aureola desprendida,
Y por mi ángel que me cuida
NO LE HUYO NI AL FUEGO ARDIENTE.

Así llevo mis andanzas
Sin desmayar un instante
Y seguiré deslumbrante
Consolidando añoranzas.
En base a las remembranzas
Hago mi examen de enmienda
Y me afirmo en la contienda
Como un día lo pensé,
Y por mi edénica fe
¡SIN ESPINAS ES MI SENDA!