Al ser fugaz habitante
Del venturoso planeta
Sigo a diario tras mi meta
En pos de lo fascinante.
Observo al orbe fragante
Donde brilla la hermosura
Cimenta mi ternura
Y me sirve de enseñanza,
Y voy pleno de confianza
AL SER DIOS QUIEN TODO CURA.

II

Dan los astros majestuosos
Sus misterios de colores
Y en los primeros albores
Surgen rayos generosos.
Resultan maravillosos
Los halos de fe prendida
que al humano consolida
Y por la cual me sostengo
Y por lo poco que tengo
¡HOY QUIERO MÁS A LA VIDA!

V

Es mi entorno fiel paraje
En que el latido da frutos
Y hay los seres absolutos
De incomparable bagaje.
Contemplo ansioso el paisaje
Bajo la luna encendida
Y al lucero en estampida
Acompaña un dulce trino,
que hasta le rezo al divino
POR SU VIRTUD DESPRENDIDA.

III

Da el horizonte armonía
El espacio fiel sosiego
Y a su mistura me entrego
Por sensible melodía.
Canta el ave en sinfonía
Y es concierto a la paciencia
Se da un lauro a la conciencia
Por el instante verás
Y agradezco un día más
DE ESTA MI CORTA EXISTENCIA.

VI

Hay la bella fauna y flora
Con su radiante belleza
Y por tan grácil realeza
Inimitable es la aurora.
Es lo que mi alma atesora
El cielo que luz procura
Y al brindar su esencia pura
Es celeste bendición,
Y aplaudo la creación
AL HONRAR A LA NATURA.

Por eso vibrar quisiera
Hasta cumplir con mi sueños
Y cerca a DIOS más empeños
Siendo adalid que lidera.
Que irradie la primavera
Su perfume más profundo
Y en un ámbito fecundo
Amor y paz se agigante,
que al ser insignificante
¡EXTASIADO MIRO AL MUNDO!