El consumo del alcohol
Como de los cigarrillos
Opacan los gratos brillos
Del que ansía ver el sol.
Se Apaga el  sutil crisol
Y sólo pena reparte
Y la soledad departe
Dejando horizonte oscuro,
Y con derecho censuro
DEL ENTONO AL FORMAR PARTE.

II

En el negocio ambulante
No sólo  hay consumidores
Por sobre los vendedores
Hay el narcotraficante.
Es que junto  al fabricante
Hay alguien quien dio el inicio
Y a la ley saca de quicio
Al no hallarse la sanción,
más fuentes de perdición
¡SON  LOS ESPACIOS DEL VICIO!

V

Si hay las drogas en exceso
Y más estupefacientes
Son  los casos más frecuentes
Que perturban el progreso.
Se marchita el embeleso
Y de nublarse es indicio
Y al producir un perjuicio
Es propio del inhumano,
Y al que enferma al ser galano
OBSERVO CON SANO JUICIO.

III

No merman sus propiedades
A pesar de la justicia
Es que en toda la inmundicia
Están las autoridades.
Por sus crueles necedades
No hay medidas lapidarias
Tan sólo las necesarias
Pero ajeno a la prisión,
Y a la mafia es tentación
POR LAS SUMAS MILLONARIAS.

VI

El negocio es libremente
Así exista quien sancione
Y es la plata que se impone
Prosiguiendo la corriente.
Abunda el omnipotente
Que ante todo es un baluarte
Pero su hiel es que imparte
Al joven dubitativo,
Y es todo lo negativo
LO QUE EL HOMBRE MÁS COMPARTE

La infame lacra social
Tiene arraigo en todo estrato
Y comercian sin recato
El veneno tan mortal.
Si no hay conciencia total
De actuar con un tono fuerte
El mandato se hace inerte
Y la norma se recesa,
Más quien al círculo ingresa
¡SÓLO CONSIGUE LA MUERTE!