Al ser falsa la eminencia
De reducido horizonte
Se permite que remonte
En medio de la inconsciencia.
Por su escasa competencia
Y voluble pergamino
Más irradia desatino
Que visible fundamento,
Y no valora al talento
EL DE CRITERIO MEZQUINO.

II

Su misma acción lo condena
Y a la inercia lo remite
Y es que tan sólo trasmite
La sabiduría ajena.
Es por eso se condena
Y al realizar su función
Es uno más sin visión
Que con su fango se enloda,
Y el genio hasta se incomoda
¡ANTE FÉRTIL CREACIÓN!

V

Si consigue un grato umbral
Se debe a la cofradía
Más sin ella su valía
No le vislumbra un sitial.
Es una baluarte casual
Producto de la ocasión
Que no marca un parangón
Por visible displicencia,
Y nunca será excelencia
AL CARECER DE VISIÓN.

III

Si llega a ocupar un trono
Se le nota omnipotente
Más si de cetro va ausente
Tan sólo despierta encono.
Como está fuera de tono
Y hace gala de virtud
Al no mostrar plenitud
del todo marcha perdido,
Y al de inspirado sentido
¡MENOSPRECIA SU APTITUD!

VI

Tan sólo entre sus iguales
Aplauden su posición
Más no impone proyección
Por sus rutas desiguales.
Al propiciar tantos males
Por su falta de buen tino
No luce porte genuino
Sino más bien desleal,
Y frente al intelectual
SE PORTA COMO UN CRETINO.

A pesar de su incongruencia
Se considera importante
Y denota su talante
Pero luce inconsistencia.
Acude a la prepotencia
Más no cumple su misión
Y al no tener corazón
Tan sólo el mismo se admite,
Pues quien tan solo repite
¡NO LLEGA A LA INNOVACIÓN!