Voy en plena tempestad
tierna calma simulando
y mi existencia asentando
Con mi fuente de bondad.
Donde hay la calamidad
Surge mi voz en concierto
Y al ser un ave en el puerto
Irradio mi noche bella,
Y me convierto en estrella
AL DAR RUTA EN EL DESIERTO.

                         II

Le pido al fulgor del valle
Un halo de su verdor
Sino el rayo de calor
Vaya ser que me avasalle.
Al ser mi espacio la calle
Me imagino ser  un huerto
Y con mi fe al descubierto
Lo lleno al cielo de flores,
Y aquel lirio sin colores
POR NO SER DESPUÉS DE MUERTO.

                             IV

Con el fuego de mis manos
Y el fulgor de mi energía
Le vislumbro un nuevo día
Al que vive en mil desganos.
Le deparo nortes llanos
Sin hacer caso al destino
Y sobre su aura me empino
Por ser de fuerza galana,
Y al empezando de mañana
AL VIENTO LE ARRANCO UN TRINO.

Por encima del dolor
Con  paso firme yo avanzo
Y al fiel lucero lo alcanzo
Apoyado en mi candor.
Si me toca el sinsabor
Hago acopio de mi tino
Y ahuyentando al desatino
De pronto empiezo sin venda,
Y no ser en tenue senda
¡CAMINANTE SIN CAMINO!