Voy que muero por amarte
como dulce compañera
es que no puedo olvidarte
por ser tú mi primavera.

Por qué me has abandonado
igual que  el ave a su nido
sí  yo siempre te he querido
al estar enamorado.
No llevarte  ya a mi lado
todo haría por hallarte
y embelesado mirarte
sin que llegase el final,
en mi senda terrenal
voy que muero por amarte.
II
Quererme si es complicado
no hagas caso a los demás
dame tu afecto verás
si por nada es un pecado.
Lo que en mi alma ha germinado
es cual brisa mañanera
que te ofrece dicha entera
antes que venga mi muerte,
anhelando al fin tenerte
como dulce compañera.
III
Cuando te vi el otro día
nuevamente he comprendido
que a ti sigo muy unido
pues despiertas mi alegría.
En ti encuentro sintonía
que imposible es reemplazarte
y ansío a diario abrazarte
para acabar mi tormento,
si explico lo que siento
es que no puedo olvidarte.
                          IV
Sigo sin la fe perdida
añorando tu furor
se que sólo tu candor
rumbo  da a mi sola vida.
Por eso de tu partida
no hallo ruta verdadera
es que tú eres por sincera
la razón por la que existo,
en tu calor hasta insisto
por ser tú mi primavera.
V
Ten confianza en lo que digo
pues yo te amo en realidad
en honor a la verdad
está el cielo de testigo.
Si a ti prendado prosigo
es que extraño tu fervor
y al no ver tu resplandor
se hace inmenso mi desliz,
que nada me hace feliz
sino el fuego de tu amor.

2009-06-25