Al ser tu voz como un trino
en mi pasaje desierto
lo siento corto el camino
que me lleva a mejor puerto.
Llega a mi alma tu presencia
como la flor al jardín
y por sentimiento afín
en mi ser hay complacencia.
Viertes cristalina esencia
con horizonte genuino
que a mis años lo encamino
muy ajeno al cruel desvelo,
pues me regalas el cielo
al ser tu voz como un trino.
II
Al ser agua en mi aridez
o lluvia para mi estío
como ribera del río
das a mi alma placidez.
Por tu vasta sensatez
mi horizonte no es incierto
que si apenas me despierto
te evoco muy generoso,
siendo cual valle frondoso
en mi paraje desierto.
III
Se que el triunfo está distante
pero al ir por ruta firme
aseguro antes de irme
dejaré huella fragante.
Con el éxito adelante
dará fruto mi destino
y transitando con tino
no me olvidaré de ti,
que al tenerte junto a mi
lo siento corto el camino.
IV
Dan tus ojos el lenguaje
apaciguando tristeza
con muy fragante realeza
iluminas mi paisaje.
Se agiganta mi paraje
tras mi rumbo al descubierto
y mis horas me la invierto
en avanzar sin disputa,
haciendo fácil la ruta
que me lleva a mejor puerto.
V
Eres mi hada en todo instante
una luz para mis sueños
que alimentas mis empeños
alegrando mi semblante.
Brillas dulce acompañante
muy consciente de mi euforia
que hasta alimentas mi noria
si padezco del hastío,
es por eso en ti confío
para llegar a la gloria.
2009-05-04
