Ante las adversidades
Que agobia a la población
El compartir es un don
Con sagradas propiedades.
Hay muchas necesidades
Que al hogar le dan tormento
Y requieren del aliento
Para no ser abatido,
Más con el  adolorido
¡NO HAY QUE SER TAN DESATENTO!

                                    II

Quien tiene el alma de roca
No sería humanitario
Que cantaría el canario
Si la desgracia le toca.
El que a la vida la enfoca
Sin tanto desprendimiento
No sabe su sufrimiento
Al contrario se envilece,
Y ser  líder no merece
¡QUIEN NO TIENE SENTIMIENTO!

                      IV

Quien se queja de su estado
Y reniega de su suerte
Seguro que por inerte
No contempla a su costado.
Existe el más desgraciado
Que se consume en su pena
Su abandono lo refrena
Y en su lecho se marchita,
Y hay el que nunca medita
FRENTE A LA DESDICHA AJENA

El que supera la cima
No es eterno aquel sitial
Nunca falta el informal
Que pretende estar encima.
El que valora la estima
No padece de condena
Su emoción desencadena
Esperanzas de progreso,
Y a quien atiza el receso
HOY EL PUEBLO LO CONDENA