Voy tan libre como el río
Ofrendando una verdad
Con mis décimas ansío
¡QUE NO EXISTA OSCURIDAD!
No acepto por convicción
que la boca me la tapen
y los verdugos se escapen
dejando atada mi acción.
Aborrezco la traición
Así me ahogue el estío
En mis bondades confío
Sin llegar a primoroso,
Por eso entre el envidioso
VOY TAN LIBRE COMO EL RÍO
II
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Cojo el sufrir de la gente
Lo hago vibrar en mi verso
Y le brindo un universo
Pa’ que no agache su frente.
No me asusta el prepotente
Pues también yo soy bravío
A pesar que nada es mío
Defiendo mi inspiración,
Un mañana con visión
CON MIS DECIMAS ANSIO
IV
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No quiero haya sufrimiento
Ni el llanto por cruel dolor
Que haya el aroma de flor
En vez de un mordaz tormento.
Detesto el febril lamento
Solo busco la unidad
Que se viva en realidad
Y la envidia ir matando,
Por eso voy declamando
OFRENDANDO UNA VERDAD
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Voy del mundo enamorado
Y de la bella mujer
En todo encuentro placer
Pues valoro lo creado.
Así no me sienta amado
Adoro a la humanidad
Busco su prosperidad
Aunque que pierda hasta ni nombre,
Quiero en el alma del hombre
¡QUE NO EXISTA OSCURIDAD!
|
V
Respeto mi libertad
Y el crecer de mi conciencia
Y ante la vana opulencia
Más prefiero la humildad.
Hallo en la sinceridad
un espacio a mis anhelos
no me embriagan falsos velos
se de la noche sin luz,
sólo el aura de una cruz
¡PARA MI ALMA ES UN CONSUELO!
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