No marchites tu hermosura
Bella flor de mi sendero
Mejor dale tu frescura
¡A LA DAMA QUE MÁS QUIERO!
Al cortarte de tu rama
Te estoy brindando la muerte
Pero a pesar de perderte
Con tu aroma al amor llama.
MI ser frío te reclama
Pues despiertas mi ternura
Resucitas mi alma pura
Con tu mágico arrebol,
Y frente a rayos del sol
NO MARCHITES TU HERMOSURA.
II
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Vengan rosas y claveles
Para adorar a mi amada
Quiero verla acariciada
Por ser amigas muy fieles.
Por lo divino que hueles
Das la vida por ventura
Eres joya en la natura
Emoción y sentimiento,
Y al que tiene sufrimiento
MEJOR DALE TU FRESCURA.
IV
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En el jardín apareces
Cual virtuosa majestad
A la gris inmensidad
muy delicada embelleces.
En el verano padeces
La verdad me desespero
Y en mi entrega por entero
Te brindo la dulce aurora,
que eres tersa y seductora
BELLA FLOR DE MI SENDERO.
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Son tus pétalos alados
Con embrujo de sonrisa
Das a mi alma sutil brisa
Cuando creces en los prados.
En los salones dorados
Das aroma al mundo entero
Pero nada es duradero
El otoño desconsuela,
Y antes de morir, consuela
¡A LA DAMA QUE MÁS QUIERO!
|
V
Le das paz al pordiosero
Y a los santos, homenaje
Te regala más de un paje
O das luz al panteonero.
Si te cobija un florero
En la mesa eres encanto
Te recibe el dueño ‘el santo
Pero a veces das tristeza,
Cuando brindas tu belleza
¡EN EL MISMO CAMPOSANTO!
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