De los días de verano
Cuando aspiro el aire tibio
A mi espíritu da alivio
La fiel tibieza del llano.
La luz del sol de temprano
Si vibración milagro hace
Tal potencia me complace
Y me convierto invencible,
Con su brillo inconfundible
MI SER MARCHITO RENACE

                           II

Cuanto por siempre quisiera
Mirar al mundo que habito
Sin el temor inaudito
De una guerra traicionera.
Busco lumbre placentera
entre azahares y laureles
adornarla de oropeles
aquietando el vil dolor,
y del néctar del amor
SABOREAR SUS RICAS MIELES.

                            IV

DIOS atiza mi alegría
Tengo el halo de una fiesta
Junto a mis sueños se acuesta
Todo un cielo de energía.
No existe la noche fría
En mi extenso recorrido
De lo tan bello vivido
Lo antepongo a mis tormentos,
Y me nacen sentimientos
¡COMO RECIENTE NACIDO!

Con la mágica sonrisa
Y mi ternura infantil
Será la tierra un redil
Llena de cálida brisa.
Con fortaleza precisa
Venceré toda montaña
Si la alborada se empaña
Opacando al universo,
Con el fuego de mi verso
¡SERÁ MÁS CLARO EL MAÑANA!