Se fue el 2011 sin pena ni gloria, aunque para muchos favorecidos por la providencia les fue muy beneficioso, socialmente, económicamente sin saber el motivo con certeza, de tal bendición.
El acendrado partidarismo, sumisión y servilismo fue la clave de su éxito que le permitió cobrar jugosos sueldos frente a la desesperación de aquellos que por no ser seguidores, ni comodines de turno, tuvieron que absorber el polvo de la indiferencia e ingratitud de parte del poderoso que formó su cúpula o cofradías para reinar por sobre todas las cosas con mínima oposición. En esta pléyade de burócratas, no solo hubo improvisación, sino también eminencias, pero que no dieron fuego porque sus grados, medallas y títulos, no estuvieron de acuerdo con su grado de cultura y de sabiduría que deberían tener. Es que la creatividad, el afán de transformación, la capacidad inventiva, muchas veces no lo determinan los honores recibidos. Es propio de la conciencia y del anhelo de servir sin esperar recompensa. Por eso después de este panorama de inmoralidad y corrupción, por cierto en algunos sectores que son de conocimiento público; ojala que sirva de experiencia y se cambie de mentalidad y jamás se piense que nadie se va a dar cuenta de lo malo que se hace. Es que no hay el ser tan listo como para ocultar todo lo nefasto que se realiza a vista y paciencia del poblador honesto, pleno de talento y con deseos de bienestar general. Es que no basta con criticar todos los yerros que existen y no tomar cartas en el asunto. El que sabe, debe enseñar y el que no sabe, debe aprender; más el que delinque, debe encaminarse por el sendero del bien. Por eso, es mi deseo que en el 2010, de una vez por todas y para siempre; cese la crisis por todo una eternidad para beneplácito de las clases más oprimidas. Yo no más gobernantes sin habilidades y que quieran dirigir una comunidad en base a la terquedad, prepotencia y egolatría. Que se acaben los sabihondos de ocasión, de un conocimiento fuera de serie y que a la hora de la verdad, denotan escasa capacidad intelectual y en lugar de solucionar el problema, lo agrandan. Ya no quisiera escuchar a aquellos que ven todo lo malo en sus semejantes y cuando hay alguna dádiva de por medio, se callan la boca y solo dan signos de vida cuando no hay el vil metal que contente sus ansias de riquezas. Es que los intereses creados en algunos seres, valen más que su propia dignidad. Más si no hay objetivos comunes, trabajo en equipo, solidaridad, la valorización del ser según sus reales capacidades; la ruta hacia el fracaso, nunca terminará y seguirá siendo la mentira, la falacia, la frase bonita; la única forma de gobierno y es lo que figura en la historia y nos ha llevado al increíble sitial de atraso en el cual nos encontramos; más que nada por la ambición desmedida. Por eso, es de esperar que en las próximas elecciones, la ciudadanía sepa elegir con sapiencia y ojala que postulen los que aman la justicia, el arte, la cultura, la ciencia, la equidad, la igualdad, sean de esencia emprendedora, que tengan visión planetaria, aquellos que quieren el progreso de su pueblo y no los bueno para nada, que solo se enriquecen y el país sigue igual. Es que sin duda; no sólo el sabio llega a ser autoridad, Hay que reflexionar; el que tiene un profundo amor a la patria, sólo deja huellas para la posteridad, por su entrega y desprendimiento y resulta inmarchitable su halo espiritual y se eterniza en el tiempo y el espacio, por sus bondades que no tendrán tiempo que lo olvide ni barrera que lo ataje por los siglos de los siglos.