LOS RECUERDOS DEL AYER

El embrujo del pasado
como flor en primavera
vuelve cual sueño encantado
cuando menos se le espera.

Lo de un tiempo fenecido
que hace mucho fue novela
como avecilla que vuela
brinda un presente encendido.
Aparece del olvido
con  la frescura de un  prado
es un haz de iluminado
de febril ensoñación,
germina en bella  ilusión
el embrujo del pasado.
II
En no menos de un segundo
una imagen aparece
y un paisaje reverdece
de algún año tan fecundo.
Me deja meditabundo
esa euforia placentera
activa mi alma sincera
que hasta adoro estar con vida,
su fragancia la convida
como flor en primavera.
III
En un pretérito viaje
lejos oigo dulce voz
el desconsuelo es atroz
por efímero paisaje.
Es retornar al paraje
del suspiro apasionado
y hasta me deja inspirado
con su  brisa del ayer,
luego ante el  anochecer
vuelve cual sueño encantado
IV
Como un rayo el fiel recuerdo
cual si fuera un espejismo
da una chispa de optimismo
y de inmediato la pierdo.
Al instante no concuerdo
la visión me desespera
y mi semblante se altera
pues de inmediato se esfuma
llega igual que suave bruma
cuando menos se le espera.
V
Todo ocurre en soledad
entre el silencio y remanso
surge de  alma en su descanso
irradiando su bondad.
Ofrenda en su inmensidad
una lírica presencia
al brillar la providencia
brinda divino reflejo,
pues evocar año viejo
es adorar la existencia.

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