El VERDADERO CARIÑO

(Locutor en Off). Diariamente se repetía en el hogar de los  Andrade – Segovia la misma historia. El padre reprendiendo acaloradamente al hijo por alguna travesura.

FELIPE ANDRADE. (Amenazándolo castigar con la correa)¡Hasta cuando te voy a decir lo mismo Hijo! No debes ensuciar el uniforme. Además, jamás  pelearte en el colegio con tus amigos. Ya estoy harto y hasta me da vergüenza que tu profesor me diga, que me preocupe más de ti. Acaso no traigo dinero a la casa para que Te alimentes tu y tus hermanos. El niño escuchaba cabizbajo y apenado y entre dientes musitó:

MIGUEL. (Suplicando)¡Perdóname papá!. Ya no lo voy a volver hacer…

FELIPE. (Sumamente molesto)Si,  pero que sea la última porque toda la vida vienes con lo mismo y esta historia no tiene cuando acabar. Yo quiero llegar a casa y encontrar alegría, no quejas continuamente. Bien sabes que solamente vengo una vez al mes por motivo de trabajo, entonces, por favor, quiero paz y tranquilidad y no dolores de cabeza.

MARÍA SEGOVIA. (Interviene con dulzura, pero con energía y le quita la correa de la mano)Ya creo que está bueno Felipe, el niño va a entender porque felizmente es más inteligente que tu…, además no hay que martirizarlo con lo mismo a cada rato.

FELIPE. Es que compréndeme María. Me entero de tantos problemas que  esto  ya me está aburriendo de verdad. Además, parte de todos los problemas los tienes tú porque siempre les permites todo y los engríes demasiado, hasta tal punto que  ya no te hacen caso. A este paso no se qué va  a ser de ellos ¿Cuál es el futuro que les espera? (Fuera de sí mismo) Lo que pasas es que tú sacas la cara por ellos. Si lo sigues apoyando, tu vas a recibir los golpes, te lo advierto (se le acerca amenazándola con causarle daño)

MARÍA. (Sin perder la calma y con voz dulce). No seas tan pesimista Felipe, nunca te había visto así. Lo que  pasa es que Miguel todavía tiene 9 años. Cuando tenga más edad estoy segura que cambiará y tendrá mejor conducta.

FELIPE. (Con tono airado y molesto la agarra de los hombros y la remece, luego la suelta empujándola)!Eso dicen todos!. Cuando este en secundaria será otra persona, pero no sucede así. Luego se dice, cuando este en la Universidad, pero sigue igual. Después cuando trabaje. Pero no pasa nada. Cuando tenga su familia y lo único que ocurre es que forma un nuevo hogar con los mismos errores y eso no quiero para mis hijos, te lo juro y no lo voy a permitir jamás. Quiero lo mejor para ellos, así tenga que arañar la tierra con mis dedos. (Enfatiza sus expresiones)

MARÍA. (Sumamente serena)Tienes toda la razón, pero deberías ser más sensible y humano. No todo es regalos, ropas, juguetes, cumplir con sus gustos que cada vez son mayores. ¡También te necesitan a ti¡

FELIPE. (Más calmado)Bueno, para gusto ya está bueno de discusión ( Mientras tanto Miguel que había escuchado todo, seguía sentado en la mesa fingiendo leer pero había estado muy atento a la conversación de sus padres)

FELIPE. Por mi llegada, tomémonos una gaseosa, llama a los chicos.

MARÍA, Vengan Julia y Rosa, vayan a comprar a la tienda y además unos pasteles de chocolate. (Se sientan a la mesa toda la familia y Miguel permanecía  sin hablar)

FELIPE. Bueno hijos, brindemos por nuestra felicidad y que la dicha siempre nos acompañe.

FELIPE. Ustedes saben que tengo que ausentarme  mes a mes continuamente para cumplir con mi trabajo en la ciudad de Lima, por eso no puedo estar con ustedes, pero en mi ausencia, deben respetar a su mamá como si yo estuviera presente. Si no trabajase aunque sea lejos, no tuviera cómo darle todas las comodidades que hoy día gozan.( todos tomaban su gaseosa en silencio con algo de nostalgia en sus rostros)

MARÍA. Eso lo comprendemos pero es que siempre la presencia del padre en la casa todos los días, es fundamental para que el hogar marche bien.

JULIO. Si papá, mamá tiene razón, en realidad nosotros te extrañamos (y se abraza de su papá)

ROSA. Yo también pienso lo mismo. Hay momentos que quiero conversar contigo pero estas distantes de nosotros y eso me apena mucho (con tristeza)

MARÍA Ya vez Felipe que los niños te reclaman. En sus cortos años razonan muy bien y saben que les haces falta. Me parece que no debes ser una simple máquina de hacer dinero y de comprar cosas. Los niños necesitan más que eso. Estás llevando todo por lo material pero no hay nada espiritual en tus acciones (Felipe escuchaba callado y Rosa y Julio se abrazan de su papá y le dicen entusiasmados)

ROSA Y JULIO , Búscate un trabajo cerca papá para que estés con nosotros y vivir en unidad familiar.(Mientras tanto Miguel permanecía mudo pensando)

MARIA.( con tono melancólico) Hay que buscar una salida a este problema . Quizás tus jefes te podrían hacer un traslado a Moquegua y estarías permanentemente entre nosotros, es que valgan verdades, yo también te extraño mucho Felipe. (Miguel seguía sentado frente a la mesa pero en completo silencio pero con bastante melancolía en su rostro por lo que a su papá le causó preocupación.

FELIPE  ¿Porqué estas tan callado Miguel?. Opinas lo mismo que  tus hermanos. (Miguel miraba como asustado, y después de unos segundos de mutismo y a punto de llorar se animó a contestar la pregunta)

MIGUEL. ¡Si estoy  de acuerdo papá!. Por qué no estás en la casa es que muchas veces me comporto así. Es que en mi colegio muchas veces me dicen que no tengo papá, sino que tú eres mi tío porque vienes de vez en cuando y eso me da cólera y reacciono de mala manera.

FELIPE. No hagas caso eso hijo mío. No es para tanto porque al final yo los quiero mucho, tu lo sabes muy bien y voy donde está el trabajo porque quiero lo mejor para ustedes.

MIGUEL. Por ejemplo cuando hay reunión de Padres  de Familia, siempre va mi mamá, ni siquiera me firmas mi libreta y…(interrumpe Felipe).

FELIPE. Es que el trabajo  no me lo permite. Ustedes qué comerían si estuviera todo el tiempo en la casa. Tengo que estar donde me pagan mejor, desgraciadamente la cosa es así.

MIGUEL. Lo que más me dolió fue para el Día del Padre, todos mis amigos estaban con sus papás y yo no tenía a nadie (empieza a llorar y Felipe lo abraza amorosamente)

FELIPE. No llores hijo mío. Tú no tienes la culpa de nada.

MIGUEL.  Acuérdate papá que tú también fuiste niño y no pasaste una infancia como la que nos das a nosotros. Nos los has contado muchas veces.

FELIPE Pero ¿Qué podemos hacer? ¿Todos metidos en casa?

ROSA. Empieza a buscar un trabajo en la ciudad papá. Tú eres muy capaz de todo.

FELIPE y Mientras tanto ¿Qué hago yo? ¡Mirarnos la cara!

JULIO. Ya se papi, ponemos una pensión en la casa y todos ayudamos a mamá en la cocina hasta que encuentres trabajo y de eso podemos vivir mientras.

ROSA yo puedo hacer pasteles y vendo y con ese ingreso nos podemos mantener mientras.  

MIGUEL. ¡Si papá! ¡Si papá! (María abraza a Felipe y sus hijos hacen lo mismo)

FELIPE. (Un tanto resignado y también reflejando tristeza), me han convencido niños, por ustedes los voy hacer y por ti mi amor que te quiero tanto. A pesar que hasta ahora no aprendes a planchar mi camisa y se te quema el agua y de huevo frito con te,  no pasas, Te amo María.  Yo también los extraños a ustedes acaso creen que soy de piedra.

FELIPE. ¡Si ustedes lo quieren…  así… así será!

MARÍA ¡Gracias Dios Mío por darnos esta felicidad! (los hijos tomados de la mano) ¡Gracias Señor por acordarte de nosotros!

¡FELIZ DÍA DEL PADRE!

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