Si el carácter es sensual
en la entraña por doquier
el deseo natural
da horizontes de placer.

Ante el deseo  tan fuerte
de sexo en todo momento
en el ser si no hay  cimiento
la  cordura queda inerte.
La mesura si se invierte
aparece todo mal
hasta llega a lo anormal
si lo ocurrido es constante,
aparece dominante
si el carácter es sensual.
II
Complacer a los sentidos
es innato en la persona
más si un vacío ocasiona
deja umbrales destruidos.
Ante saldos conocidos
tanto en hombre y la mujer
no da buen amanecer
sí más es libertinaje,
mejor es cuerdo bagaje
en la entraña por doquier.
III
No resulta nada bueno
quien su lujuria no alivia
se da paso a la lascivia
y arremete el desenfreno.
Preferible es poner freno
a lo que no es tan formal
con el afecto cabal
sin bigamia en el vergel,
aflorando sobre  piel
el deseo natural.
IV
El apetito carnal
es fisiológica acción
y denota convicción
si va dentro lo normal.
Si hay abuso sensorial
que proviene del ayer
puede dar atardecer
el instinto incontrolable,
nunca el daño detestable
da horizontes al placer.

V
Si no hay límites posibles
a la sensibilidad
avalando libertad
ocurren los imposibles.
Hay sucesos indecibles
como la depravación
o la infame violación
del personaje vacío,
siendo por libre albedrío
se precisa reflexión.
VI
En estos actos dolosos
no se libra la eminencia
depende de la conciencia
de mortales generosos.
Existen facinerosos
que delinquen sin piedad
y ante oscura intimidad
el desviado no rehúye,
la vil corrupción le fluye
por cruel inmoralidad.