Quien de sí mismo es consciente.
Su propia ruta diseña
Y como nada desdeña
Desarrolla su cimiente.
Forja su paso imponente
Como sincopado oleaje
Y se genera un paisaje
Con la euforia de su aliento,
Y demuestra en el momento
EL AFÁN DE APRENDIZAJE.

II

No vale tanto la piel
Ni el color de los cabellos
Dará imagen los destellos
Del sentimiento más fiel.
El de florido vergel
Se impone en la competencia
Y denota la ascendencia
En razón a cualidades,
si no más con las bondades
SE CONSIGUE TRASCENDENCIA.

V

En su torrente vislumbra
A diario el que todo sabe
Y del gran cambio es la clave
con el lucero que alumbra.
Al disolver la penumbra
Y su torrente potencia
con la sólida eficiencia
Se construye un grato umbral,
Y es que tener un sitial
DEPENDE DE LA CONCIENCIA.

III

Quien nada deja inconcluso
Y va que todo concluye
Su entereza va que influye
y no se torna un iluso.
Su panorama es confuso
Sin la huella meritoria
Y por vacía su noria
No logra su proyección,
que si tiene convicción
SE CONSIGUE LA VICTORIA.

VI

El éxito personal
Está en el conocimiento
Y en honor al fundamento
Se da luz al ideal.
La altura nace total
Si se da senda al mensaje
Y se ilumina el paisaje
sin las nubes de ilusión,
y se augura creación
SI DA FUEGO A SU BAGAJE.

Por eso la voluntad
Adornada de tesón
Da alegría al corazón
Y motiva la humildad.
El que forma identidad
Engrandece su valía
Y luciendo noche y día
Un paraíso delega,
Más sólo el que luce entrega
¡ADQUIERE SABIDURÍA!