El que se va de este mundo
No se duda que regresa
Y retorna de sorpresa
Sin tono meditabundo.
Quien  lo extraña en lo profundo
Estando en cinco sentidos
Por los rumbos conocidos
Hasta le sienten sus manos,
Y los parientes cercanos
CLARO ESCUCHAN SUS LATIDOS.

II

El espíritu visita
A todos los familiares
Y vela por sus andares
Por su bondad infinita.
El afecto resucita
Y santigua la vertiente
Y de cariño es la fuente
Así viva en las estrellas,
que hasta viene tras sus huellas
EN LO QUE FUERA SU AMBIENTE!

V

No es una alucinación
O tal vez un desvarío
Llega a cubrir el vacío
Que dejara en su mansión.
La recorre en su misión
Con invisible torrente
y se ilumina la mente
por tan grata compañía,
y se nota la valía
DEL QUE YA NO ESTÀ PRESENTE.

III

Es otra forma de vida
De acuerdo a las escrituras
Empieza en las sepulturas
Y la incógnita convida.
En el tiempo se le olvida
Así tenga convicción
Más quien tiene devoción
le reza con grato afecto,
Y el camino más correcto
SE LE PIDE EN ORACIÓN.

VI

Su voz cual eco lejano
todo espacio lo acapara
Y  si   nadie lo repara
Se presiente en primer plano.
Por obra del soberano
Da senderos encendidos
Y los que se hayan dolidos
Visitan el cementerio,
Y más allá del misterio
SE VEN SOMBRAS, SE OYEN RUIDOS.

Lo que si es una verdad
Que el difunto nunca ha dicho
Que hay allá después del nicho
Y como es en realidad.
Si tiene comodidad
Hay momentos de alegría,
La paz reina en todo el día
Bajo el aura del Señor,
Mas si no  existe el dolor
DE INMEDIATO PARTIRÍA