Al haber el inhumano
Que en su habla candela bota
Así me arda no se nota
Por amigo del ufano.
Por estar cerca al fulano
Que del mal es inquilino
Como a nadie lo margino
Soporto su llama extrema,
pues no hay nada que me quema
AL DARME HOGUERA EL CRETINO.

II

Al imperar la insolencia
Las garras del envidioso
Ni siquiera el ambicioso
Me hiere con su presencia.
Ante vil incompetencia
Del cínico prepotente
Ni por su lava candente
Por nada me deja herido,
que agarro el leño prendido
¡SIN DAÑARME EL FUEGO ARDIENTE!

V

En un segundo el mordaz
De pronto prende la mecha
Y a la cordura desecha
Por su lenguaje falaz.
Por su verbo tan procaz
Se torna el orbe caliente
Pero soporto el ambiente
Que da la gente insensata,
Que si piso una fogata
MI PIEL YA NO SERESIENTE.

III

De ver tanto irracional
De su ataque ya no es raro
Y a su ira la comparo
Como la del animal.
Más por su trato anormal
No le acepto algún enlace
Ni que mi ruta la trace
No vaya a ser que se ofende,
Y si de pronto se enciende
¡NO PERMITO QUE ME ABRACE!

VI

Ante el fragor del violento
No refuto su expresión
luego de su ebullición
con mi calma  me presento.
Frente a su cruel desaliento
Y notorio desatino
Sigo muy fiel a mi trino
Y su chispa no es tortura,
Y al tratar con gente dura
POR ESO EN BRASAS CAMINO.

Le voy a ofrecer mi invierno
Al que es muy acalorado
Y si prosigue enfadado
Mejor se valla al infierno.
Si no es por nada fraterno
Más trasluce felonía
Por ser de mente vacía
Mejor que siga en su rama,
Pues quien  de todo se inflama
¡NO ACEPTO SU COMPAÑÍA!