Con discursos imponentes
Hay quien dice una promesa
Pero en su alma no profesa
Brindar orbes diferentes.
Mil palabras elocuentes
Da su caudal repentino
Más no borra el desatino
Del que por nada disfruta,
Más sin inventar la ruta
CON MI VERSO HAGO CAMINO.

                       II

No soy quien vende ilusiones
O hasta edenes al inquieto
Al sumiso es a quien reto
Al perderse sin visiones.
Le doy vastas proyecciones
Alegrando su destino
Y lo alejo del cretino
Que solo el odio suscita,
Y donde el silencio  habita
SURGE MI VOZ COMO UN TRINO.

                             IV

No tengo aires de profeta
Ni de algún iluminado
Soy tan sólo un inspirado
Con esencia de poeta.
Diseño solo una  meta
Y el mundo viva contento
Contra la burla me enfrento
Y de gracia hago derroche,
Si soy su  luz en la noche
EN LA SELVA DE CEMENTO.

No soy santa salvación
Ni la lluvia en el estío
Sino que de tanto lío
Sólo soy la solución.
Propendo la innovación
Y mayor florecimiento
Provoco más sentimiento
Con fe en mis sagrados lemas,
Y voy entre mis poemas
¡DESTROZANDO EL SUFRIMIENTO!