No existe ser en el mundo
que irradie tanto candor
como tu ser tan fecundo
cual llamarada de amor.
Por tu andar tan armonioso
de frondosa sutileza
ofrendas tu fiel realeza
tu paso tan majestuoso.
En tu mirar generoso
hay sentimiento profundo
y tu carisma fecundo
le da altura a tu perfil,
que así linda y fe sutil
no existe ser en el mundo.
II
Por tu aureola angelical
eres cual reina en palacio
y tu semblante es prefacio
para tu aire divinal.
Luces noria celestial
desde infinito fervor
trasmitiendo resplandor
de tus dotes de mujer,
no habiendo igual a tu ser
que irradie tanto candor.
III
Embelesado de ti
hoy transcurre mi existencia
y requiero tu presencia
para saber que viví.
Lo que a tu lado aprendí
no lo olvido ni un segundo
así este moribundo
te daré tu luz vital,
que no existe flor igual
como tu ser tan fecundo.
IV
Eres única por tierna
de inimitable armonía
al expresar tu alegría
se vuelve la estancia eterna.
Por tu sonrisa fraterna
se trasluce el esplendor
un infinito fervor
como princesa en castillo,
en tus ojos hay un brillo
cual llamarada de amor.
V
Encierras tanta dulzura
pues tu miel a diario anhelo
y ansío ser de tu cielo
el que adora tu frescura.
En tu mágica natura
con deslumbrante entereza
hay un haz de tu grandeza
que destella generosa,
tu silueta por preciosa
es un himno a la belleza.
VI
Eres sueño terrenal
que todo humano imagina
al ser tu aurora genuina
das tu lumbre espiritual.
Por tu sentido especial
donde es ajeno el quebranto
verás que te quiero tanto
y hasta guardo una esperanza,
no es tan sólo una alabanza
es un mensaje a tu encanto.
2012-06-21