Por adueñarse del mundo
Hasta declaran la guerra
Con ambicia hay quien se aferra
Aún estando moribundo.
La furia del iracundo
Da su golpe aterrador
Y sembrando el cruel dolor
Se convierte en mercenario,
Hay quien funge propietario
SIENDO DIOS EL CREADOR

                           II

No requieren de terreno
Pero sueñan tener dos
Y hasta implora el mismo DIOS
Aduciendo que es muy bueno.
Le dan fuego al desenfreno
Y en medio del estupor
Del objeto de valor
Se apropian  si les conviene,
El derecho nadie tiene
NI EL MÁS INDIGNO IMPOSTOR.

                        IV

Se busca enriquecimiento
Solamente por envidia
Como existe la desidia
Nadie apoya con su aliento.
Hay tal envilecimiento
Que incomoda todo ambiente
No falta el irreverente
Que sus infamias simulan,
Como reyes se titulan
DEL UNIVERSO PRESENTE.

El empeño es lapidario
La tenencia es momentánea
Ante la muerte instantánea
Surge  el  nuevo propietario.
Más lo que es tan necesario
Nunca dura eternamente
Siempre hay otro dependiente
quien se apropia a la final,
que ni potencia mundial
¡ES DUEÑO DE LO EXISTENTE!