Por lozana de alma pura
veo tu rostro en cada flor
es que adoro a tu hermosura
sin ser dueño de tu amor.
De lo tanto que te quiero
a pesar que no lo sientes
siempre fijo las simientes
para un cariño sincero.
Es que de ti sólo espero
real instante de ternura
y hallar en tu donosura
un arrullo de paloma,
cobijándome en tu aroma
por lozana de alma pura.
II
Sobre las olas marinas
te diviso en mi quimera
es que tú eres primavera
de mañanas cristalinas.
En tu mirada combinas
un romántico furor
que a mi tiempo das calor
con tu magia de mujer,
al ser parte de mi ser
veo tu rostro en cada flor.
III
En tu voz reside el trino
de las aves matutinas
pues cual agua cantarina
te presiento en mi camino.
Eres mi vida y destino
por tu noble galanura
que a mi pena le da cura
tu femenino destello,
al no hallar algo más bello
es que adoro a tu hermosura.
IV
Ya no hay nada que me aliente
si no más que tu presencia
es que motivas mi esencia
de tu divina vertiente.
Me das norte complaciente
con tu secreto rubor
y se aleja el resquemor
bajo un haz de tu valía,
acrecientas mi agonía
sin ser dueño de tu amor.
V
Te describo en mi ambrosía
como el ángel de mis años
en paisajes aledaños
le doy aura a tu alegría.
Cuando sueño que eres mía
mi inolvidable doncella
tu pasión concita huella
y a mi entraña das consuelo,
es que en tu estampa hay el cielo
donde tu eres una estrella.
VI
Por amarte con locura
hacer puedo lo imposible
y con el verbo indecible
alabar a tu dulzura.
Eres una preciosura
con embrujo de un concierto
que si unas lágrimas vierto
es un eco de alegría,
pues si hay tu compañía
soy palabra en el desierto.
2012-05-05