No soy capaz de engañarte
Te confieso mi verdad
Y en honor a tu bondad
Tan sólo podría amarte.
Viviré para adorarte
Con vibrante algarabía
Y probarás mi ambrosía
En su imponente realeza,
Y si en tu ser no hay tibieza
NO ES QUE MI OTOÑO LA ENFRÍA.

II

Se que no crees en mi
Por la falsía en  mi acerbo
Más hay pureza en mi verbo
De lo que siento por ti.
Es que en nadie nunca vi
Tan femenino rubor
Que se agiganta el calor
De mi fuente espiritual,
Y en verdad me siento mal
AL SER DÉBIL TU CANDOR.

V

Si leyeras mis entrañas
Que yo te quiero está escrito
Y lo sabe el infinito
Que si lo niegas me dañas.
Si mi cariño lo empañas
Se impondrá mi resplandor
Bajo un plácido esplendor
Que de antemano te entrego,
Si  yo siempre le doy fuego
A LA HOGUERA DE TU AMOR.

Libera por fin tu mente
De todo afán negativo
Y con tono positivo
Eleva en alto la frente.
Sigue con paso sonriente
Por el camino perfecto
Y sentirás el efecto
De mi tan sagrada noria,
que la duda ante mi euforia
NO LE DA ESPACIO A MI AFECTO.

VI

Te doy toda la razón
Si  desconfías mujer
Y es que verte por doquier
Es una rara pasión.
Sólo ansío comunión
Cuando llegues a ser mía
Y perdure la alegría
En toda su inmensidad,
Pues  confunde la frialdad
ENTRE TU VIDA Y LA MÍA.

Puedes   pensar libremente
Más recibe mi propuesta
Es romántica respuesta
De mi plácida vertiente.
Me nace como un torrente
y será así mientras  viva
más no me seas esquiva
para no perder la calma,
Y quiéreme con el alma
¡QUE VOY SIN TI  A LA DERIVA!