Por mi feraz innatismo
Que me viene de niñez
Con sentida calidez
Crece en mi alma el optimismo.
No busco protagonismo
Ni  mi ego mas se crece
Mi sentido se enternece
Por mi aureola de ser místico,
Y me engendra un don artístico
CUANDO LA TARDE FENECE.

II

Soy un nocturno habitante
Que en el escenario oscuro
De mi noria de amor puro
Surge un halo fascinante.
Mi intelecto deslumbrante
De celeste identidad
emerge en la soledad
y denota su valía,
Y ofrendo mi poesía
¡CON PROFUNDA CLARIDAD!

V

Es mi mente cual lucero
Que irradia su brillantez
Y con vasta solidez
Se genera un fiel sendero.
Por mi caudal verdadero
De literaria unidad
Con sutil grandiosidad
Se asoma una melodía,
Y refleja una armonía
EN TODA SU INMENSIDAD.

III

Cuando duerme todo el mundo
Con infinita realeza
Voy cantando a la belleza
Con sentimiento profundo.
Se torna mi aura fecundo
Y se eleva como espuma
Y me permite que asuma
Mi alentadora pasión,
y  surge mi creación
INSPIRADO POR LA BRUMA.

VI

Me nutro de la natura
Y del amplio firmamento
Y energiza mi talento
Con su fuente de ternura.
Me da la miel su dulzura
Desde que el día amanece
Y por nada me entristece
Por ser dueño de  mi rol,
Y cuando se oculta el sol
MI SER INTERNO FLORECE.

Mi venero cristalino
De inusitado torrente
Irrumpe fiel su vertiente
Bajo melodioso trino.
Más por hermoso el camino
De mi lirico universo
En panorama diverso
Mi voz ardiente musita,
Y es que la noche me invita
¡A NACER EN CADA VERSO!