Se derrumbó mi castillo
al marcharse la que adoro
por recordar mi tesoro
ven por eso pajarillo.
Con tu piar de grácil brillo
gorjea tu fiel sonata
y al ser tu presencia grata
verás mi calma sostengo,
parar sentir que la tengo
dame un trino en serenata.
II      

Como se fue y no regresa
declarando mi abandono
la verdad que tal encono
me ha agarrado de sorpresa.
Más hoy ya ausente me pesa
y me produce desvelo
es que tanto desconsuelo
en mi vida no sufrí,
por eso ven junto a mi
paloma de frágil vuelo.
III        

Se debe mi sufrimiento
a que adoro su belleza
y luce tal sutileza
que prende mi sentimiento.
Hoy le extraño hasta su aliento
el llanto se me desata
por eso mi alado trata
mi historia ponerle fin,
parándote en el jardín
de paso evoco a la ingrata.
IV
Tu no más sabes mi pena
y la herida que me late
por eso has que el tiempo mate
olvidando mí condena.
El dolor se me encadena
pues mi entraña está de duelo
más la muerte ya no anhelo
si no más tu algarabía,
con la mujer de ambrosía
que ya no me da consuelo.
                          V
Nunca te marches amigo
y dame tu compañía
que al no estar la amada mía
confórmame con tu abrigo.
Tu eres único testigo
de mi cálida pasión
ella al ser mi adoración
me falta su fiel encanto,
por eso más que tu canto
alegra mi corazón.
                      VI
Se apagó mi creación
desde que sin ella vivo
al ser linda era el motivo
de activar mi  inspiración.
Si no tengo su expresión
desvanece hasta mi esencia
nublándose mi conciencia
junto a mi senda vacía,
pues sólo tu melodía
le da norte a mi existencia.

2011-12-27