Ojala que llegue le día
De un horizonte solaz
Sin la gris violencia impía
¡QUE NO PERMITE LA PAZ!
Siu ante mínima propuesta
Se responde con la muerte
Es que domina el más fuerte
Y la calma se detesta,
Si no tiene el alma puesta
Por ser de estela vacía
No denota su valía
Y origina mezquindad,
Que de grata humanidad
OJALA QUE LLEGUE EL DÍA.
II
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Ante cruel explotación
Con inhumano sentido
Por el daño cometido
Nadie acepta la agresión.
Por la ambiciosa expansión
Del indigno e incapaz
Por su ignominia sagaz
Se pide mayor conciencia,
Y ya no halla prepotencia
¡QUE NO PERMITE LA PAZ!
V
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Como prima la injusticia
Con su oscura magnitud
En el orbe hay negritud
Y el horizonte se envicia.
Ya no es pura la caricia
No hay certeza en el locuaz
Se da cabida al mordaz
Y se opaca al solidario,
Y ya nadie es propietario
DE UN HORIZONTE SOLAZ.
III
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En pleno siglo veintiuno
Que no exista el mercenario
Que agrade a cualquiera a diario
Con ataque inoportuno.
En la tierra no hay ninguno
Que acepta la vil traición
Se repudia tal acción
Y se pide más bien guía,
Y el amor la melodía
QUE FORTIFIQUE LA UNIÓN.
VI
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Se hace votos de cordura
Y de la ecuanimidad
Pero la mediocridad
A la fe da sepultura.
Más la ruina se procura
Del que denota ambrosía
Y se deja en agonía
Al que brinda complacencia,
Más se quiere una existencia
SIN LA GRIS VIOLENCIA IMPÍA.
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La guerra nada construye
Más bien crea la pobreza
Y su apoyan tal bajeza
El mañana se destruye.
Por eso mejor si fluye
De la entraña calidad
Y en honor a la amistad
una grácil sinfonía,
Y en el mundo la armonía
¡ENERGICE LA HERMANDAD!
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2011-12-12
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