Al darme la fe perdida
apenas te conocí
he comprendido mi vida
que para amarte nací.

Si algún día fui feliz
es cual suspiro  lejano
más por tu sentido humano
me dio cielo tu cariz.
Fue muy distinto el matiz
que tu ser en mi se anida
y sin que algo se te pida
hubo un lazo verdadero,
diseñé feraz sendero
al darme la fe perdida.
II
A mi agreste soledad
le irradiaste tu alegría
se hizo noche y el día
un remanso en libertad.
Por eso no fue amistad
sino amor lo que sentí
y me moría por  ti
cuando supe que te hallado,
sentí que Dios te ha enviado
apenas te conocí.
III
Hasta ahora no me explico
el fortuito sentimiento
que me dejó sin aliento
y anonado justifico.
Más de a  poco me critico
pues con la fuerza debida
me diste luna encendida
con tu mágica atracción,
eras tu mi gran pasión
he comprendido mi vida.
IV
Lo que dije te aseguro
fue una luz del corazón
renacía en mi expresión
un cariño del más puro.
Ya no hallé mi norte oscuro
y muy claro todo vi
aunque nunca te sentí
quería a tu ser fragante,
hoy entiendo a cada instante
que para amarte nací.
V
Ni me importó tu respuesta
sólo poder admirarte
sin medidas abrazarte
más olvidarlo me cuesta.
No ser mutuo, nada resta
pues hubo consentimiento
y tu noble sentimiento
brillaba cual oración,
jamás tuve sensación
que sentir tu dulce aliento.
VI
Se notaba la armonía
en extraña relación
por eso la adoración
a diario por ti sentía.
Aún yo te amo vida mía
más  acciones no te obligo
solo del alma te digo
que eres agua de mi noria,
al ser parte de mi historia
déjame soñar contigo

2012-01-09