En mi senda de ventura
no hay horizonte mezquino
le doy hito a la cultura
a través de un dulce trino.
Si aquel espacio existiera
de dar alegría al mundo
con el candor más fecundo
entre el orbe la vertiera.
Como sueño que así fuera
nacería la ternura
y un instante de dulzura
daría un clima especial,
por eso hay arte integral
en mi senda de ventura.
II
Abundando el sufrimiento
la dicha se torna escasa
y de pronto va que arrasa
el increíble tormento.
Al surgir el desaliento
el dolor es repentino
por eso con mucho tino
diseño formales rutas,
que en mis sendas absolutas
no hay horizonte mezquino.
III
Por eso al dolor ajeno
doy un sitial en el mío
y no me siento vacío
ni al entorno lo condeno.
A ninguno pongo freno
cada cual tiene su altura
es que en mi sólo perdura
acrecentar su valía,
pues naciendo en poesía
le doy hito a la cultura.
IV
Hay notoria incomprensión
no existe el entendimiento
abunda el padecimiento
y común es la traición.
Ante cruel insinuación
alejo el vil desatino
por eso forjo un camino
así no sea excelencia,
delego el arte y la ciencia
a través de un dulce trino
V
Aborrezco al miserable
me indigna la prepotencia
detesto cruel insolencia
en un planeta habitable.
El humano sea sociable
sin la mirada sumisa
y la fe leal premisa
por la faz del universo,
enarbolando mi verso
arrancar una sonrisa.
VI
El que adora la violencia
ojala su brío calme
y a la paz por fin se empalme
con infinita paciencia.
Que más prime la elocuencia
de una manera sensata,
se vislumbre una luz grata
impregnada de candor,
más se le cante al amor
en eterna serenata.